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Cuba compra camiones millonarios para el tabaco mientras el pueblo sigue sin poder trasladarse

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 21 de septiembre de 2025

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El régimen cubano volvió a ser noticia con la adquisición de una nueva flota de camiones para la industria de exportación de tabacos. Según Marino Murillo, presidente del Grupo Empresarial TABACUBA, se trata de 15 camiones-cisternas y varios vehículos adicionales destinados a garantizar el traslado de combustible y de las hojas de tabaco desde las vegas hasta las fábricas de producción de habanos para exportación.

Murillo calificó la compra como un logro estratégico y aseguró estar “verdaderamente feliz” por esta inversión que, según él, fortalecerá la capacidad de exportación del país.

Mientras el régimen invierte millones en maquinaria y transporte para garantizar ingresos en dólares y euros, la población cubana enfrenta una realidad muy distinta. Los ciudadanos continúan lidiando con apagones constantes, falta de agua, escasez de alimentos y un sistema de transporte público que colapsa a diario.

La prioridad, como ha ocurrido históricamente, sigue siendo la exportación y no la satisfacción de las necesidades básicas del pueblo.

La noticia de los camiones millonarios no solo destaca la brecha entre inversión estatal y bienestar ciudadano, sino que también pone el foco en la figura de Marino Murillo, quien ha sido protagonista de la política económica cubana durante más de una década.

Murillo ganó notoriedad como jefe de las llamadas “reformas estructurales” y como arquitecto del plan económico que llevó a la parálisis de numerosos sectores productivos y a un empeoramiento general de la vida cotidiana de los cubanos.

A pesar de su historial de fracasos económicos, Murillo no solo permaneció en posiciones de poder, sino que ha sido promovido a dirigir una de las industrias más rentables del país: la exportación de habanos. Su trayectoria es vista por muchos como un símbolo de cómo el sistema cubano premia a quienes generan divisas, incluso si su gestión anterior perjudicó a la población. Desde su cargo actual, Murillo supervisa la logística de los camiones, el transporte de hojas de tabaco y el aseguramiento de combustible, mientras la mayoría de los cubanos sigue esperando soluciones para problemas que llevan décadas sin resolverse.

La adquisición de la flota evidencia la prioridad del régimen: garantizar ingresos internacionales a costa de la vida cotidiana del cubano. Mientras Murillo celebra la nueva maquinaria y presume avances en la exportación, el pueblo continúa con apagones, escasez de alimentos y transporte insuficiente. En redes sociales, los ciudadanos no han tardado en expresar su indignación. Gerardo Pavón escribió: “Tienen que priorizar sus negocios a costilla del hambre y la miseria del pueblo. ¡Son unos degenerados!”. Enrique Fernández añadió: “Claro, feliz porque le va a entrar el dinero por sacos para su bolsillo, seguro esos camiones son donados, lo que más le gusta es que le regalen”.

Nelson Pérez fue aún más crítico: “Un país donde no hay comida, agua, medicinas, la energía eléctrica colapsada, alcantarillados y transporte en ruinas, y aún así se compra flotas para exportación. El pueblo no verá ni un centavo y el presidente pide resistencia creativa a un pueblo que vive en miseria extrema. Esos son los ‘logros’ de la revolución”.

Otros como Yuisan Bendecido y Rosa María Luis Bernard resumieron el sentimiento general: desprecio y frustración ante la evidente prioridad del régimen por la divisa sobre la vida de los ciudadanos.

La pregunta que surge de manera inevitable es si en Cuba alguna vez se pondrá al ciudadano común por encima de los intereses de una élite que, incluso tras fracasos económicos, sigue recibiendo recompensas millonarias mientras la mayoría sobrevive entre la precariedad y la indiferencia del Estado.





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