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Cuba apuesta a una alianza biofarmacéutica con Rusia mientras persiste la escasez de medicamentos en la isla

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 24 de diciembre de 2025

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Los gobiernos de Cuba y Rusia anunciaron la creación de una empresa mixta en el sector biofarmacéutico, en un contexto marcado por la profunda crisis de medicamentos que atraviesa la isla, donde el desabastecimiento supera el 60% y las farmacias permanecen prácticamente vacías para millones de ciudadanos.

El acuerdo contempla la fundación de Sinergia Global Biofarmacéutica, una empresa conjunta dedicada al desarrollo, producción y comercialización de medicamentos de alto valor agregado. Según la información oficial, el proyecto busca acelerar la llegada al mercado de productos biofarmacéuticos de interés para ambos países y ampliar su alcance hacia regiones de América Latina y Eurasia.

Las autoridades cubanas presentaron la iniciativa como un paso estratégico, destacando que se trata de la primera empresa de este tipo con participación de BioCubaFarma establecida en territorio ruso. Entre los proyectos iniciales figuran medicamentos destinados al tratamiento del cáncer, enfermedades neurológicas, patologías autoinmunes y otras dolencias crónicas no transmisibles.

Sin embargo, el anuncio contrasta con la realidad cotidiana del sistema de salud cubano. En la isla, el déficit de medicamentos esenciales ronda el 60%, según cifras reconocidas por el propio Gobierno. Analgésicos básicos, antibióticos, antihipertensivos, insulina, anticonvulsivos y fármacos pediátricos escasean de manera sistemática, obligando a los pacientes a recurrir al mercado informal, a donaciones del exterior o, en muchos casos, a prescindir del tratamiento.

Las farmacias estatales, únicas autorizadas en el país, exhiben estantes vacíos de forma recurrente. Para la población, conseguir un medicamento se ha convertido en una odisea diaria que implica largas colas, constantes recorridos entre establecimientos y una dependencia creciente de la ayuda familiar desde el extranjero. La situación golpea con especial dureza a ancianos, enfermos crónicos y familias con niños.

Aunque BioCubaFarma insiste en que el compromiso del proyecto con Rusia es que los medicamentos “incidan en la salud de las poblaciones que lo requieran”, no está claro cuándo —o si— estos desarrollos beneficiarán directamente a los pacientes cubanos. Experiencias previas muestran que gran parte de la producción biofarmacéutica nacional se destina a la exportación como vía para obtener divisas, mientras el mercado interno permanece desabastecido.

El Gobierno atribuye la crisis de medicamentos a la falta de financiamiento, las restricciones a la importación de materias primas y las sanciones estadounidenses. No obstante, expertos y ciudadanos señalan también problemas estructurales, mala gestión, dependencia de importaciones y un modelo centralizado incapaz de garantizar el suministro básico.

Mientras La Habana refuerza su alianza con Moscú y presenta la nueva empresa como símbolo de “hermandad histórica” entre ambos países, la población cubana continúa enfrentando una emergencia sanitaria silenciosa. Para muchos, el anuncio de nuevos proyectos internacionales resulta difícil de asimilar cuando la urgencia inmediata sigue siendo encontrar una pastilla para el dolor, un antibiótico o un medicamento vital que, hoy por hoy, no aparece en las farmacias del país.


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