Cuando el dinero decide quién puede moverse... ¡caos en la Terminal de Ómnibus de Holguín!
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 23 de agosto de 2025

En la Terminal de Ómnibus de Holguín, lo que debería ser un espacio de tránsito y organización, se ha convertido en escenario de desesperación y abandono. Los viajeros, muchos de ellos con compromisos familiares o laborales, llevan hasta tres días varados, sin acceso a transporte y sin soluciones a la vista.
“Si no tienes ´billete´ para pagar el pasaje al precio que disponen los arrendatarios privados, no podrás viajar”, denuncia un pasajero que prefiere mantenerse en el anonimato.
El problema no se limita al exceso de demanda: muchos choferes estatales han cedido sus rutas a intermediarios privados, quienes cobran tarifas exorbitantes y seleccionan a los pasajeros que pueden pagar más.
Mientras tanto, quienes no cuentan con ese dinero permanecen horas y días esperando, sin comida adecuada y durmiendo en los asientos, vulnerables ante las condiciones de abandono.
Esta situación genera un sentimiento generalizado de indignación y frustración entre los usuarios, que sienten que “el bloqueo interno” y la corrupción del sistema de transporte son tan graves como los problemas externos de la economía.
Casos similares se repiten en otras provincias. En Santiago de Cuba, pasajeros denuncian que guaguas estatales son retiradas de las rutas y sustituidas por servicios privados que solo aceptan efectivo adicional, dejando a familias enteras en espera durante largas jornadas.
En La Habana, el problema se manifiesta en paradas donde los usuarios deben esperar más de un día por un autobús, mientras otros logran viajar pagando “por la izquierda” a operadores informales.
La indignación crece también en redes sociales. Videos y fotografías muestran a niños, ancianos y mujeres embarazadas durmiendo en los pasillos de las terminales sin comodidad o alimentación.
La denuncia no es solo contra la falta de transporte: apunta a la ausencia de ética en la administración de los recursos estatales y a un patrón sistemático de corrupción que permite que solo quienes tienen dinero extra puedan acceder al servicio.
En medio de la espera, los pasajeros buscan alternativas: compartir transporte privado entre ellos, pagar sumas mayores a intermediarios, o incluso viajar caminando largas distancias hasta otras provincias.
Cada historia refleja un sistema que falla y deja a la población más vulnerable a la improvisación, la desigualdad y el desamparo.
La denuncia ciudadana desde Holguín no solo expone la crisis puntual de esta terminal, sino también evidencia cómo la corrupción y la explotación privada dentro del sistema de transporte estatal se traducen en sufrimiento cotidiano, dejando a los más necesitados atrapados entre la falta de recursos y la indiferencia de quienes deberían garantizar sus derechos.
Del perfil de La Tijera