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Creciente pobreza y exclusión en La Habana reflejan el deterioro del modelo social cubano

Redacción de CubitaNOW ~ viernes 25 de julio de 2025

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En las calles de La Habana, la imagen de personas buscando comida en la basura se ha vuelto cada vez más común. La crisis económica que atraviesa Cuba ha agudizado los niveles de pobreza y exclusión, dejando a muchas personas en condiciones de indigencia. Los programas sociales, otrora símbolo del sistema cubano, se ven hoy debilitados frente a una situación que el propio gobierno ha comenzado a reconocer como “real” y preocupante.

William Abel, de 62 años, sobrevive hurgando en los contenedores. Muestra con resignación una bolsa plástica que contiene arroz con vegetales y un hueso de pollo. Esa será su comida del día. Desde que su casa colapsó en las afueras de la ciudad, duerme en la calle. Enfermo y sin familia, afirma que “la comida es lo más difícil”. Dice que lleva dos años comiendo lo que encuentra en la basura. “La mendicidad siempre existió”, señala, “pero ahora hay más que nunca”.

Las autoridades cubanas se enfrentan a crecientes críticas por minimizar el fenómeno. En julio, la entonces ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó, renunció tras afirmar que en Cuba no hay mendigos, sino personas “disfrazadas de mendigos”. Sus palabras provocaron una oleada de indignación.

Cuba fue durante décadas referente en América Latina por sus programas de salud gratuita, educación universal y distribución de alimentos subvencionados. Sin embargo, desde hace cuatro años, una profunda crisis económica ha puesto en jaque ese modelo. Las causas incluyen una reforma monetaria fallida, la escasez de divisas, las sanciones estadounidenses y deficiencias estructurales en el sistema productivo.

Según cifras extraoficiales, los precios de los alimentos han aumentado un 470% entre 2018 y 2023. Esto ha llevado a una parte significativa de la población a vivir en condiciones precarias. Juan de La Cruz, de 63 años, comenzó a pedir limosna hace apenas dos semanas. Tras perder una pierna por complicaciones de la diabetes, recibe una pensión de 1.092 pesos cubanos al mes, poco menos de tres dólares en el mercado informal. “No me alcanza ni para un kilo de pollo”, lamenta.

A pesar de contar con un techo, dice que su vivienda “está vacía, vacía, vacía”. El comedor social, que debería aliviar parte de sus necesidades, ofrece comida que considera insuficiente: “arroz sin manteca, sin aceite”.

El gobierno evita el uso de términos como “pobreza” o “indigencia”, prefiriendo eufemismos como “personas vulnerables” o “deambulantes”. En 2024, se reportaron oficialmente unas 189.000 familias y 350.000 personas solas como beneficiarias de programas sociales, en un país con 9,7 millones de habitantes. Sin embargo, no existen estadísticas públicas sobre pobreza, y el fenómeno se percibe con creciente claridad en las calles.

El presidente Miguel Díaz-Canel intentó apaciguar el malestar social reconociendo que los casos de personas sin hogar son “expresiones concretas de las desigualdades sociales”. A su vez, el primer ministro Manuel Marrero Cruz admitió que existe “un problema real” que no puede ignorarse.

Expertos independientes estiman cifras alarmantes. La socióloga Mayra Espina Prieto calcula que entre un 40% y 45% de los cubanos vive en situación de pobreza de ingresos. Unicef, por su parte, señala que el 9% de los niños en Cuba enfrentan pobreza alimentaria.

Casos como el de Arnaldo Victores, un fisioterapeuta ciego de 65 años que duerme en un garaje y mendiga diariamente, ilustran la gravedad de la situación. Sin dirección oficial en La Habana, no puede acceder a prestaciones básicas. “Yo lo que quiero es un cuartico y un baño”, dice, sin poder ver el moderno hotel estatal de 42 pisos que se alza frente a él, símbolo de una inversión que muchos cubanos consideran desconectada de la realidad social que vive el país.

La creciente indigencia en La Habana revela una herida abierta en el tejido social cubano. Una situación que ya no puede ocultarse ni con discursos ni con estadísticas parciales.

(Con información de Infobae)



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