¡Crece la violencia en Santiago de Cuba! Joven muere tras ser apuñalado en fiesta callejera
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 12 de octubre de 2025

Lo que comenzó como una noche de fiesta terminó en un verdadero drama en Santiago de Cuba. Mario Leandro Duharte Cala, un joven de 32 años, perdió la vida luego de recibir dos puñaladas durante una riña en Calle 4 del reparto Chicharrones.
El incidente no fue un hecho fortuito: se originó en un conflicto que arrastraba más de un año, después de que un conocido de Mario le robara una bicicleta y una balita de gas en su hogar.
Tras aquel robo, el supuesto agresor fue enviado a La Habana por su familia, pero su regreso reciente desencadenó la tragedia. Según testigos, el encuentro entre ambos se volvió violento cuando el agresor llegó bajo los efectos del alcohol, culminando en la mortal pelea.
Fuertes imágenes compartidas en redes mostraron a Mario siendo trasladado hacia el hospital, dejando un rastro de sangre en el camino, escena que estremeció a toda la comunidad.
Ya ingresado en terapia intensiva, familiares denunciaron negligencia médica y malas condiciones en la atención.
“Quitaron el aire acondicionado en terapia y él empezó a empeorar. El aparatico para respirar tenía moscas pegadas. No se sabe si murió por infección o por otra cosa, pero lo cierto es que murió”, relató un allegado bajo anonimato. Finalmente, Mario falleció dejando un vacío enorme entre sus familiares, vecinos y amigos.
El dolor se ha hecho viral a través de las redes sociales, donde su hermana Lilly Pérez compartió un desgarrador mensaje: “Mi amado hermanito.. Nunca imaginé sentir semejante dolor, de esos que te arrancan un pedazo de las ganas de vivir. Carajo, qué duro experimentar semejante vivencia. No me lo creo, mi hermano, mi peluche, mi niño. No me despediré de ti nunca, por eso, hasta pronto mi amor, donde quiera que estés… te amo”.
Hasta el momento no se ha confirmado la identidad del agresor ni si ha sido detenido. La tragedia ha generado profunda consternación en Chicharrones, donde vecinos claman justicia, transparencia y respeto por la vida.
Este caso se ha convertido en un recordatorio doloroso de cómo los conflictos sin resolver pueden derivar en hechos irreparables, y de la urgente necesidad de proteger a los jóvenes y fortalecer la seguridad comunitaria.