Alex Umur desata críticas por comentario considerado racista hacia Irela Bravo
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 27 de julio de 2025

El comediante cubano Alex Umur, conocido por su personaje humorístico “La Yusi” en redes sociales, se ha visto envuelto en una fuerte controversia tras publicar un mensaje de cumpleaños destinado a homenajear a la actriz Irela Bravo, que terminó generando reacciones adversas. Lo que parecía ser un gesto festivo hacia una figura querida del arte cubano, se transformó en un episodio de indignación colectiva.
La publicación, acompañada de una foto de Irela Bravo, incluía un texto con tono humorístico que repasaba la supuesta longevidad mítica de la actriz, con frases como:
“¡Nuestra querida Irela Bravo celebra hoy 72 años! No sabemos de qué son esos 72 años, pero de nacimiento no pueden ser, ya que aquí todos sabemos que ella es Irela la primera de su nombre, testigo absoluta del Big Bang, habitante vecina de Adán y Eva en el paraíso, la rompedora de piedras en la época de las cavernas, descubridora del fuego, inventora de la rueda, domadora de dinosaurios, coordinadora y conductora del matutino de recibimiento de Cristobal Colón en su llegada.”
El tono subió aún más cuando el texto cerró con una línea que fue interpretada por muchos como ofensiva:
“Fue ella quien vio nacer, encima de una mata, a Juana Bacallao.”
Esa última frase desató una oleada de críticas por su carga simbólica. Aunque Umur probablemente no intentó herir sensibilidades, el comentario fue leído como una expresión que perpetúa estereotipos raciales asociados a la animalización y el atraso, particularmente sensibles en una sociedad como la cubana, con una historia marcada por el racismo estructural y el legado colonial.
Lejos de apaciguar los ánimos, la disculpa posterior de Umur terminó por agravar la situación. En lugar de asumir responsabilidad por lo dicho, el comediante optó por una respuesta evasiva, usando expresiones como:
“Lástima que lo hayan interpretado así” y “cada cual interpreta desde sus lentes únicos.”
Este tipo de declaraciones, percibidas como vacías y defensivas, fueron recibidas con molestia por quienes esperaban una reflexión honesta sobre el impacto de sus palabras.
Las reacciones en redes sociales se dividieron. Mientras algunos seguidores lo defendieron con comentarios como “la partiste” y “el humor no tiene que pedir permiso”, otros criticaron su falta de sensibilidad y madurez ante un tema tan delicado como la representación racial en el humor.
Este episodio ha puesto nuevamente sobre la mesa el debate sobre los límites del humor y la responsabilidad de los creadores digitales en el uso de su plataforma. Lo ocurrido con Umur revela una problemática mayor: cómo, en ocasiones, el humor puede ser vehículo involuntario de prejuicios arraigados, y cómo el intento de provocar risa puede abrir heridas históricas aún sin cerrar.
Más allá de la polémica puntual, lo que queda claro es que los espacios digitales —y quienes los habitan con miles de seguidores— no están exentos de las implicaciones sociales y culturales de sus palabras. Umur, con su creciente visibilidad, tenía en esta ocasión una oportunidad de madurar como figura pública. Pero al optar por el camino del desdén y la ironía, perdió una valiosa oportunidad de aprendizaje y acercamiento con su audiencia.
El incidente, que sigue generando conversaciones en redes, sirve de recordatorio de que el humor, lejos de ser neutro, también construye realidades. Y en tiempos donde el respeto y la diversidad son temas centrales del debate público, la risa no puede estar divorciada de la empatía.