Continúa la fuga en Asunción. Ahora fue un balista
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 25 de agosto de 2025

El panorama del deporte cubano volvió a estremecerse con la noticia de que un nuevo integrante de la delegación nacional decidió apartarse del grupo durante los Juegos Panamericanos Sub 23 celebrados en Asunción, Paraguay.
El protagonista en esta ocasión fue el balista Emanuel Ramírez, un joven con destacadas marcas en su especialidad, que optó por no regresar a la Isla junto a sus compañeros.
Con su decisión, ya suman seis los atletas que han tomado el mismo rumbo en la presente edición del certamen, marcando algo que ya se va haciendo habitual cada vez que una comitiva deportiva sale de Cuba.
Ramírez, quien ocupó el sexto lugar en la final de su especialidad con un envío de 17.73 metros, venía de acumular experiencias internacionales relevantes.
En 2024 compitió en el Campeonato Mundial Sub 20 en Lima, donde alcanzó el décimo puesto con 18.42 metros, después de haber impresionado en la fase clasificatoria con un lanzamiento de 19.09.
Estas actuaciones lo colocaron en el radar de especialistas y lo proyectaban como una figura de futuro dentro del atletismo cubano.
Según los registros oficiales de World Athletics, el joven había fijado como mejor marca personal 19.22 metros con la bala de seis kilogramos, mientras que con el implemento oficial de 7.26 kilogramos llegó hasta 18.62 metros el pasado 2 de agosto de 2025.
Estos resultados evidenciaban un progreso sostenido, reflejo del talento y la disciplina que lo caracterizaban hasta el momento de su partida.
La fuga de Ramírez no constituye un hecho aislado. Antes de él, ya se habían separado de la delegación tres remeros, una jugadora de balonmano y un judoca, todos con aspiraciones de encontrar nuevas oportunidades fuera de las estructuras deportivas oficiales de la Isla.
La suma de casos en un mismo evento internacional evidencia un fenómeno creciente que preocupa a las autoridades deportivas, pues cada pérdida significa la ruptura de un ciclo de formación en el que se invirtieron años de preparación.
El impacto trasciende lo puramente competitivo: estas salidas reflejan también un cambio en las aspiraciones personales de los atletas, quienes, a pesar de sus logros en el terreno deportivo, deciden apostar por un futuro fuera de su nación.
“Cada fuga representa no solo la pérdida de un talento, sino también el reflejo de una tendencia que parece difícil de contener”, reconocen voces vinculadas al seguimiento del deporte cubano.
Fuente: Swing Completo