El actor mexicano de telenovelas Pablo Lyle fue condenado el viernes a cinco años de prisión y ocho de libertad condicional por el homicidio del cubano Juan Ricardo Hernández, en Miami, ocurrido en 2019.

La jueza Marisa Tinkler Méndez dio a conocer la sentencia en una audiencia que se extendió por unas tres horas, donde el actor hizo una emotiva declaración con palabras en inglés y español para pedir disculpas a la familia de la víctima, de 63 años.

“La vida del señor Lyle no ha terminado. La vida del señor Hernández se ha perdido”, dijo la jueza, de acuerdo con medios locales. La sentencia incluye clases de manejo de ira y servicio comunitario. Además, contará el tiempo que ya ha pasado en prisión. Lyle fue arrestado poco después del incidente, él personalmente se entregó a las autoridades.

El actor de 36 años, que se encuentra detenido en el Centro Correccional Turner Guilford Knight (TGK) en Miami-Dade, enfrentaba una sentencia de hasta 15 años en prisión, recomendada por la fiscalía.

La condena acontece casi cuatro años después de que el actor fuera acusado de homicidio por la muerte de Hernández a quien golpeó mortalmente en una discusión de tráfico. El juicio se extendió durante una semana.

“De verdad creí que estaba protegiendo a mi familia”, dijo Lyle en su declaración. “El señor Hernández perdió su vida por algo que yo hice, algo que me causa remordimiento (…) Nunca quise que nada de esto pasara”, dijo el actor dirigiéndose a los familiares de la víctima en la sala.

El altercado que puso fin a la vida del cubano tuvo lugar en las cercanías del Aeropuerto Internacional de Miami, en un semáforo, cuando el cuñado de Lyle lo trasladaba a él con su esposa e hijos. Tras una discusión entre los conductores, el actor se bajó del vehículo y le dio un puñetazo a Hernández, quien falleció cuatro días después en un hospital por una lesión cerebral. Los hechos quedaron grabados en cámaras de seguridad.

La defensa alegó que el actor respondió de ese modo por temor a su vida y la de sus hijos. Sin embargo, Lyle fue declarado culpable de homicidio involuntario. Ana Araujo, la esposa del mexicano, declaró que el día del suceso se asustó muchísimo porque iba junto a sus hijos.

“Venía pitándonos muy fuerte todo el camino, hasta que nos detuvimos y comencé escuchar a un señor gritando e insultando”, dijo Araujo.

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