El régimen condenó a 15 años de cárcel a un cubano de 25 años de años que se unió a las protestas del 11 de julio y grabó un video de las manifestaciones que nunca se difundió.

Se trata de Elier Padrón Romero, sobre quien pesa el supuesto delito de “Sedición” por documentar imágenes del estallido popular en su barrio en La Habana, mientras gritaba “Queremos cambio en Cuba, Patria y Vida”.

 “El 21 de julio vinieron a mi casa a las 7:00 de la mañana para llevarse a mi hijo por estar grabando la manifestación del 11J y gritando ‘Patria y Vida’ y ‘Queremos un cambio’”, dijo a Cubanet su madre Noraidi Romero Alarcón.

Asimismo, la señora recuerda que ese día los oficiales que arrestaron a su hijo no portaban una orden. Solo le dijeron: “Levántate que te vas” y se lo llevaron para la estación de policías del Capri, en Arroyo Naranjo, donde le dieron “tremenda golpiza”.

Ese mismo día lo llevaron para el Cotorro.

Romero Alarcón. Explica que a los detenidos por manifestarse el 11J “los escupían, les tiraban agua, les decían horrores”, en tanto añade que tres días despuñes de estar en el Cotorro, su hijo fue llevado a la prisión de Valle Grande.

Estuvo al menos dos meses sin verlo, mientras las autoridades penitenciarias aseguraban que lo tenían aislado para evitar los contagios de COVID-19.

Sin embargo, si siquiera el abogado tenía acceso al lugar donde lo tenían y conocieron que se debía a que estaba hinchado por la golpiza que le dieron. “No podía ni caminar porque las rodillas las tenía muy inflamadas de la entrá de palos que le dieron”, denuncia.

“A los tres meses le dan la primera visita y no me dejaron entrar porque no llevé la tarjeta de vacunación, pero él habló con la hermana y le contó todo lo que le había pasado”, refiere Romero Alarcón.

“En la segunda visita lo vi bien fuerte. Me decía: ‘Mamá, no sufras que yo estoy aquí por la libertad, porque quiero un cambio para mi país, un cambio para los cubanos”. También le contó que lo encerraban en la celda porque gritaba “Patria y Vida” y lo mantenían tres días sin agua, sin alimentos, sin nada. “No me interesa”, le decía a su madre. 

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