Descarga gratis nuestra App

Concierto de Silvio Rodríguez... 'No solo decepcionó; selló, para muchos, su caída definitiva como referente moral y artístico' Lara Crofs

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 20 de septiembre de 2025

Article feature image

El concierto de Silvio Rodríguez, que muchos pensaron sería un gesto de empatía con los estudiantes reprimidos y el pueblo silenciado, terminó siendo un espectáculo cuidadosamente montado al servicio del poder.

Para quienes aún guardaban alguna esperanza en su voz como instrumento de resistencia, lo de anoche fue lapidario. No solo decepcionó: selló, para muchos, su caída definitiva como referente moral y artístico.

Bajo el pretexto de “cantarle a los jóvenes” y ser el primero de una gira por Latinoamérica, el evento se realizó con un despliegue de seguridad digno de una cumbre militar, dejando fuera a voces críticas y rostros incómodos para el régimen. La audiencia fue cuidadosamente seleccionada, compuesta por funcionarios, militares y aliados del sistema. El pueblo real, ese que sufre, que reclama, que lucha, no tuvo lugar. Una vez más, se nos vendió una imagen de unidad falsa, mientras se silenciaban las verdaderas demandas sociales.

Silvio pudo haber usado su micrófono para alzar la voz por los estudiantes golpeados y expulsados, por los presos políticos, por el pueblo que no encuentra medicinas ni pan. Pero no. Eligió cantar para los de siempre, con la misma neutralidad cómplice que ha mantenido en los últimos años. Las canciones que un día fueron símbolo de rebeldía, anoche sonaron como himnos a la resignación, vacías de verdad, desprovistas de valor.

Lo más grave no fue su presencia en ese escenario, sino su silencio. Su negativa a incomodar. Su complacencia con el orden establecido. Anoche, Silvio no fue el trovador del pueblo; fue el trovador del poder. Confirmó que, más que puente entre generaciones o ideologías, ha sido muleta de un régimen que ha aplastado sueños, libertades y voces por más de seis décadas.

La tarima estaba de espaldas al pueblo, y Silvio también.

Image

La puesta en escena fue tan perfectamente cínica como predecible. Un “acto cultural” para lavarle la cara a un sistema moribundo que intenta, una vez más, usar símbolos culturales para disfrazar su decadencia. En vez de cantar contra la represión, lo hizo bajo su protección. En lugar de denunciar la injusticia, fue parte de su escenografía.

Para muchos, este concierto, perfectamente iluminado sin ápice de tener un apagón cerca, representó la última oportunidad de redención artística y humana. Una oportunidad que él mismo enterró con cada verso cantado a espaldas del dolor popular. Quienes aún lo defendían, hoy callan o abren los ojos. Silvio se ha convertido, con pleno consentimiento, en símbolo de continuidad, no de ruptura. En portavoz del inmovilismo, no del cambio.

Anoche, Silvio no solo cantó. Anoche cavó su propia tumba moral frente a una generación que esperaba otra cosa de él. Y en ese acto, dejó claro de qué lado de la historia ha decidido quedarse.

¡Qué lamentable ver cómo una voz que alguna vez conmovió al mundo, hoy solo sirve para entretener a quienes lo han destruido!

Del perfil de Lara Crofs


Recomendado para ti

Tambien te puede interesar