El Ministerio del Comercio Interior (MINCIN) anunció una actualización de los precios minoristas del cemento en Cuba, en un contexto marcado por la escasez crónica del producto y la paralización de miles de obras constructivas en todo el país. La medida quedó oficializada mediante la Resolución 23 del organismo, como continuidad de los nuevos precios mayoristas establecidos este año por el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP).

Según explicó Marpessa Portal de Villiers, directora general de Venta de Mercancías del MINCIN, la modificación responde al aumento de los costos de las materias primas, así como al deterioro tecnológico de las plantas cementeras del país. No obstante, el anuncio llega tras un año en el que la venta de cemento al por menor fue prácticamente inexistente para la población.

Actualmente, Cuba cuenta con una red de más de 300 establecimientos destinados a la comercialización de materiales de la construcción. Sin embargo, la mayoría de ellos ha permanecido desabastecida durante meses, empujando a los ciudadanos al mercado informal, donde los precios del cemento se multiplican varias veces por encima de los oficiales.

Sobre la disponibilidad del producto, la funcionaria informó que la industria prevé asignar alrededor de 3.000 toneladas de cemento a partir de diciembre, destinadas principalmente a provincias occidentales y territorios del oriente del país afectados por eventos meteorológicos recientes. La cifra, sin embargo, resulta insignificante frente a la demanda acumulada tras años de crisis productiva.

Portal de Villiers reconoció que esta asignación no permitirá cubrir la totalidad de las necesidades existentes, aunque aseguró que servirá para “avanzar” en algunas acciones constructivas. La distribución quedará en manos de los gobiernos locales, que deberán definir las prioridades según la limitada disponibilidad.

Entre los grupos priorizados se encuentran las personas con subsidios aprobados para la reparación o construcción de viviendas, así como los damnificados por huracanes y otros fenómenos naturales. El MINCIN aclaró que los nuevos precios no afectan a quienes ejecutan acciones constructivas mediante subsidios estatales.

Pese a estas precisiones, el anuncio ha generado escepticismo entre la población. Durante años, la falta de cemento ha sido uno de los principales obstáculos para resolver el déficit habitacional del país, mientras que las soluciones oficiales se limitan a ajustes de precios y promesas de producción que rara vez se cumplen.

La nueva normativa establece además la obligación de exhibir los precios actualizados en los puntos de venta y estará disponible para consulta pública en el sitio web del MINCIN. Sin embargo, para muchos cubanos, el problema no es cuánto cuesta el cemento, sino simplemente poder encontrarlo.

En un país donde construir o reparar una vivienda se ha convertido en una odisea, la actualización de precios sin una garantía real de abastecimiento vuelve a evidenciar las profundas limitaciones del sistema estatal para satisfacer necesidades básicas de la población.

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