Una escena conmocionante se vivió en un complejo residencial del sur de Phoenix, Arizona, donde oficiales de policía hallaron con vida a un bebé recién nacido que había pasado varios días junto al cuerpo sin vida de su madre. El rescate, que tuvo lugar el pasado 14 de mayo, fue posible gracias a la alerta oportuna de un vecino preocupado por la ausencia prolongada de la mujer, quien había dado a luz recientemente.

El Departamento de Policía de Phoenix informó que recibió la llamada de emergencia a las 10:30 a.m., luego de que un residente notara que no había señales de actividad en el apartamento. Al llegar, los oficiales observaron desde una ventana abierta a una mujer inmóvil en el suelo y, muy cerca, un bebé aparentemente dormido sobre una cama. Tras forzar la entrada, encontraron a la madre fallecida y al recién nacido, visiblemente demacrado, envuelto en una manta.

El menor fue trasladado de inmediato en estado crítico a un hospital cercano, donde los médicos lograron estabilizarlo. Según declaró el sargento Brian Bower, “fue gracias a la rápida actuación de los vecinos y a la intervención inmediata de los agentes que se logró salvarle la vida”.

El caso, catalogado como una “intervención salvadora”, ha sido ampliamente difundido por el Departamento de Policía, que el pasado 27 de junio publicó las imágenes del rescate captadas por las cámaras corporales de los oficiales. En el video, compartido en la página oficial de Facebook de la institución, se escucha a uno de los agentes decir: “El bebé está aquí, hermano. Y el bebé sigue vivo”, justo antes de irrumpir en el domicilio.

Las imágenes muestran cómo los oficiales levantan con cuidado al recién nacido y lo entregan al personal de emergencias médicas que ya esperaba afuera. El hospital informó posteriormente que el bebé se encontraba en condición grave pero con buen pronóstico de recuperación, gracias a la atención recibida.

La identidad de la madre no ha sido revelada y, hasta el momento, se desconocen las causas exactas de su fallecimiento. La Oficina del Médico Forense del condado continúa trabajando para determinar qué ocurrió. No se encontraron signos evidentes de violencia ni indicios de que otra persona hubiese estado presente en el lugar.

El Departamento de Servicios Infantiles de Arizona ha asumido temporalmente la custodia del menor, mientras se desarrollan las investigaciones y se determina si hay familiares disponibles o en condiciones de hacerse cargo del bebé. Las autoridades han solicitado discreción y respeto a la privacidad de los involucrados.

El caso ha generado una fuerte reacción en la comunidad de Phoenix, donde muchos destacan la importancia del sentido de comunidad y la vigilancia vecinal. “Un vecino atento marcó la diferencia entre la vida y la muerte”, dijo el sargento Bower. “Actuar cuando algo parece fuera de lugar puede salvar una vida, como ocurrió en este caso”.

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