Descarga gratis nuestra App

Pelea en la Calle Ancha de Alamar deja un fallecido y desata venganza callejera

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 27 de octubre de 2025

Article feature image

Un nuevo episodio de violencia sacudió al reparto Alamar en Habana del Este, cuando una riña registrada en la Calle Ancha (Zona 17) terminó con un hombre mortalmente apuñalado y el presunto agresor hospitalizado tras ser atacado por familiares de la víctima.

El video que circula por redes muestra la crudeza del episodio: un joven saca un cuchillo y asesta varias puñaladas; después se desata la reacción violenta de los parientes, que golpean al agresor con un bate dejando un saldo trágico.

Este suceso no es una excepción aislada: los últimos meses han mostrado un aumento en los hechos de violencia —apuñalamientos, riñas multitudinarias y feminicidios— que grupos activistas y medios independientes vienen denunciando. Vecinos y páginas comunitarias han documentado una sucesión de episodios similares, mientras que la comunicación oficial sobre muchos de estos casos resulta fragmentaria o tardía. La sensación de inseguridad crece en barrios populares y en las redes se multiplican las voces de alarma.

En los comentarios al post viral se repite una mezcla de dolor, rabia y resignación. Algunos piden mano dura —“Necesitamos un Bukele” fue una reacción leída entre los usuarios—, mientras otros apelan a la religión o a la crítica social: “Que falta haría que esa guapería la emplearan en defender sus derechos y no matando a personas sanas e indefensas”.

Estas reacciones dejan ver dos fenómenos paralelos: la normalización de la violencia como respuesta y la frustración ante la falta de vías institucionales para canalizar el conflicto.

Para abordar la violencia creciente hacen falta medidas integrales: programas de prevención en barrios y escuelas, mejor acceso a salud mental y empleo juvenil, y comunidades que recuperen espacios de convivencia. También es imprescindible una investigación transparente de cada hecho para romper el ciclo de impunidad y venganzas privadas. Mientras tanto, las cámaras de teléfonos móviles seguirán registrando escenas tristes que, aunque visibilizan el problema, no lo solucionan por sí solas.

Los vecinos de Alamar y otros repartos exigen justicia y protección; las familias lloran pérdidas evitables; y la sociedad cubana enfrenta la pregunta urgente: ¿cómo revertir una dinámica que transforma conflictos cotidianos en tragedias permanentes? Ojalá que el dolor de hoy inspire acciones reales mañana.



Recomendado para ti

Tambien te puede interesar