Los ancianos usuarios de  instituciones del Sistema de Atención a la Familia, se quejaron por el alza de los precios de los servicios que reciben. La preocupación de las personas de la tercera edad que requieren este tipo de cuidados obtuvo la contundente respuesta del Zar de la Economía, Marino Murillo: "No todo puede ser responsabilidad del Estado cubano".

El régimen ha llevado a la población joven a emigrar y desestimuló por décadas el crecimiento poblacional con bajos salarios, dificultades para el acceso a viviendas y políticas de libertinaje abortista. Lo que ha provocado la insostenibilidad del mantenimiento de los jubilados, por el insuficiente respaldo productivo.

Esta es una realidad innegable, el mismo Murillo explicó: "el envejecimiento poblacional, de más de un 21% con personas con más de 60 años, no es posible que toda la responsabilidad caiga en el Estado cubano". Una muestra de la intención del régimen de desechar a lo que le sirvieron antes, pero que ahora son una carga. 

Murillo transfirió la responsabilidad a la familia, quienes deben compensar el alza de los precios de los servicios a los ancianos. El régimen se lava las manos: "Tiene que haber también una responsabilidad de la familia. El que más y el que menos tiene un adulto en la familia" enfatizó Murillo.

A pesar de la enorme presión que pone el Estado sobre las chequeras de los jubilados, Murillo pidió "que nadie abandone ese servicio porque considere que sus ingresos van a ser insuficientes".

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