La crisis en Cuba sigue empujando a sus ciudadanos al límite, y quienes se atreven a alzar la voz son brutalmente silenciados por la Seguridad del Estado. Un nuevo episodio de represión tuvo lugar en la Plaza del municipio Río Cauto, en la provincia de Granma, cuando una mujer fue violentamente detenida por expresar su descontento con la grave situación del país.

Según información publicada en la página de Facebook "La Tijera", la mujer subió a la tarima de la plaza y, cansada de la miseria y las mentiras oficiales, lanzó una pregunta que retumbó entre los presentes: “¿Dónde está la Revolución de Fidel Castro?”. Su valentía contrastaba con el silencio de los ciudadanos que la rodeaban, muchos de los cuales solo podían observar con impotencia.

La respuesta del régimen no tardó en llegar. Dos agentes de la Seguridad del Estado irrumpieron en el lugar y, sin mediar palabra, la tomaron a la fuerza, la empujaron y la arrastraron sin ningún miramiento. Mientras se llevaban a la mujer, los testigos reaccionaron con indignación y comenzaron a gritar "abusadores" y "descarados", pero el miedo paralizó cualquier intento de defensa. Nadie se interpuso para detener la agresión.

La escena, que se viralizó rápidamente en redes sociales, generó una ola de indignación entre los cubanos. Muchos condenaron la cobardía de los represores y la pasividad de la población ante estos atropellos.

“Criminales que son. La gente está obstinada de tanta miseria y no los dejan ni expresarse”, escribió un usuario en Facebook.

Otro comentario señaló la violencia sistemática contra mujeres que protestan en Cuba: “En Cuba no hay libre expresión hasta que no saquen esa dictadura del poder y a todos sus esbirros. Estos como les gusta forcejear con las mujeres, no les importa sea mayor, ni el más mínimo derecho cívico”.

Uno de los mensajes más contundentes cuestionó la falta de reacción de los hombres presentes en la plaza: “La verdad, en este país somos carneros. Mira cuántos hombres hay mirando ese abuso y no son capaces de caerle a esos descarados. Y de seguro sus hijos pasando hambre y cogiendo apagones”.

Este lamentable episodio confirma, una vez más, que el régimen cubano no tolera la disidencia, ni siquiera cuando proviene de una mujer indefensa que solo exigía respuestas. En un país donde la represión se ha convertido en norma, la pregunta no es si volverá a ocurrir, sino quién será la próxima víctima de la brutal maquinaria represiva.

Recomendado para ti