La Junta de Castilla y León aprobó una subvención de 16.000 euros destinada a asistir a descendientes de emigrantes castellanoleoneses que residen en Cuba en situación de “especial necesidad”.

Esta ayuda, que será gestionada por la Agrupación de Sociedades Castellanas y Leonesas en la Isla, busca paliar la profunda crisis económica que atraviesa la población cubana, especialmente los mayores y familias con vínculos históricos con España.

La emigración castellano-leonesa a Cuba tiene raíces profundas, que se remontan a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando miles de personas llegaron a la Isla caribeña buscando mejores oportunidades laborales.

Se establecieron en zonas rurales y urbanas, dejaron huella en el comercio y la agricultura, y formaron comunidades sólidas que aún hoy persisten. Sin embargo, la realidad de sus descendientes en la actualidad dista mucho del sueño que motivó a sus antepasados: enfrentan hoy una pobreza estructural que amenaza su subsistencia diaria.

"La ayuda, aunque modesta, tiene un impacto descomunal en un país donde el salario mínimo ronda los 2.100 pesos cubanos (CUP) y la pensión básica apenas llega a los 1.528 CUP.

"A la tasa informal vigente de 420 CUP por euro, cada uno de los 300 beneficiarios recibirá unos 22.400 CUP, una cantidad que equivale a más de diez veces el salario mínimo mensual."

Esta iniciativa forma parte del IV Plan Estratégico de la Ciudadanía Castellana y Leonesa en el Exterior (2025-2080), que contempla acciones específicas para atender a quienes residen fuera de España y se encuentran en situación de vulnerabilidad.

La continuidad de esta ayuda —que ya ha sido concedida cinco veces consecutivas— refleja el compromiso de la Junta con su diáspora, y constituye un vínculo concreto con los miles de descendientes que, pese a la distancia, siguen sintiéndose parte de la identidad castellanoleonesa.

"El gesto, más que económico, tiene un valor simbólico: es un recordatorio de que los vínculos familiares y culturales no se disuelven con el tiempo ni las fronteras. En medio de la desesperanza cotidiana, esta ayuda representa no solo alivio material, sino también reconocimiento y pertenencia."

En un contexto donde la moneda europea mantiene un alto valor en el mercado informal cubano, esta transferencia puede marcar una diferencia real en la vida de cientos de personas. Aun con recursos limitados, la solidaridad transoceánica sigue demostrando que la historia común no se olvida.

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