Canadá podría tomar represalias contra la amenaza de aranceles de Donald Trump al cortar los flujos de energía hacia EEUU
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 13 de diciembre de 2024

Canadá podría tomar represalias contra la amenaza de aranceles del presidente electo de EE.UU. Donald Trump, al cortar los flujos de energía hacia Estados Unidos, advirtió un alto funcionario canadiense: “Llegaremos al extremo de cortar la energía que va hacia Michigan, hacia el estado de Nueva York y hacia Wisconsin”, amenazó el primer ministro Doug Ford de Ontario, la provincia más grande de Canadá.
Ford advirtió que Canadá debe usar “todas las herramientas” disponibles si Trump cumple con su amenaza de imponer un arancel del 25% a las importaciones canadienses en su primer día en el cargo. Dado que Ontario no es un gran productor de petróleo crudo, la amenaza de Ford parecía aplicarse específicamente a la electricidad que Estados Unidos importa desde Canadá.
“Los canadienses se verán afectados, pero puedo asegurarles una cosa: los estadounidenses también sentirán el dolor y eso no es desafortunado”, dijo Ford.
Los aranceles propuestos por Trump podrían sumir a la economía canadiense en una dolorosa recesión. Pero la amenaza de Ford refleja que algunos en Canadá están presionando por una respuesta contundente que podría interrumpir temporalmente el suministro de energía y combustible a algunos estadounidenses.
Los comentarios de Ford también plantean el espectro de una represalia más amplia de parte de Canadá que de alguna manera interrumpa el flujo de petróleo importado a Estados Unidos, aunque los analistas dicen que tal movimiento parece poco probable en este momento. Una guerra comercial total entre Estados Unidos y Canadá podría dañar finalmente a ambas economías, perjudicando a los consumidores y empresas a ambos lados de la frontera.
“Esta es una amenaza que no debe ser ignorada. Canadá no quiere aceptar esto sin más”, dijo Patrick De Haan, jefe de Análisis de Petróleo en GasBuddy. Los expertos dijeron que cualquier represalia de Canadá, incluidas aquellas que vengan desde las provincias, necesitaría ser aprobada por el Gobierno federal, en Ottawa.
Estados Unidos importa regularmente energía hidroeléctrica de Ontario, Quebec y Columbia Británica. Canadá es la principal fuente de electricidad importada a Estados Unidos, aunque representa una parte relativamente pequeña del total de su consumo.
El año pasado, Estados Unidos importó 38,9 millones de megavatios/hora de electricidad, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés). La gran mayoría de eso: 33,2 millones de megavatios/hora, provino de Canadá; eso representa menos del 1% del consumo anual de electricidad de Estados Unidos.
Aun así, Estados Unidos y Canadá han confiado durante mucho tiempo el uno en el otro para satisfacer las demandas de energía durante períodos de alta demanda o baja oferta. Por ejemplo, Canadá importa electricidad de Estados Unidos cuando la generación de energía hidroeléctrica es baja, como durante las sequías.
“El comercio es importante para el equilibrio de la red —igualar constantemente el consumo de electricidad con la producción de electricidad— y ayudar a asegurar el suministro”, dijo la EIA en un informe reciente.
Estados Unidos compró aproximadamente 3.200 millones de energía a Canadá el año pasado, una disminución de casi el 30% desde 2022.
“Las líneas de transmisión de energía que conectan a Estados Unidos y Canadá son parte de un sistema de energía complejo y altamente interconectado, con conexiones que abarcan desde Nueva Inglaterra hasta el noroeste del Pacífico”. Un cambio repentino en esa relación cercana podría crear dolores de cabeza para los estados de EE.UU. distribuidos a lo largo de la frontera con Canadá que a veces dependen de las importaciones de electricidad.
Estados Unidos dispone de abundantes recursos de electricidad; por ende, tiene la opción de desviar energía a las regiones que la necesitan. “Incluso en un corte prolongado, EE.UU. tiene la capacidad de agregar más capacidad de generación en un período de tiempo relativamente corto”, dijo Johnston.
En lugar de electricidad, Johnston dijo que Canadá podría tener más influencia sobre Estados Unidos en áreas que son más difíciles de compensar para los funcionarios estadounidenses, incluyendo aluminio y níquel.
En cuanto al petróleo canadiense, De Haan, el analista de GasBuddy, advirtió que algunas refinerías en el Medio Oeste y las regiones de los Grandes Lagos dependen del crudo canadiense para producir gasolina, diésel y combustible para aviones. Dijo que la falta de petróleo canadiense podría aumentar los precios, al menos temporalmente y dificultar el abastecimiento de combustible de algunas estaciones de servicio.
Así las cosas, los analistas no creen que Canadá vaya a disparar esta bala en una eventual guerra comercial, porque su economía depende tanto de la producción de petróleo como de Estados Unidos para comprar ese crudo: bloquear el flujo de petróleo a su mayor cliente —Estados Unidos— sería como dispararle a su propia economía en el pie.