Campesinos cubanos denuncian abandono estatal: “Nos morimos de hambre porque no tenemos con qué trabajar”
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 29 de junio de 2025

La situación del campesinado en Cuba atraviesa una de sus peores crisis en décadas. Falta de recursos, abandono institucional, corrupción generalizada y condiciones de vida precarias han llevado al campo cubano al borde del colapso. Así lo ha denunciado públicamente la Alianza de Campesinos Cubanos, una organización que agrupa a productores independientes y familiares a lo largo del país.
Según testimonios recogidos por la Alianza, las causas del desplome en la producción agrícola van mucho más allá de las adversidades climáticas o del embargo. “La mayor parte de la producción se le ha encomendado al campesinado para alimentar al pueblo, pero ¿cómo vamos a producir si no tenemos ni un buey, ni una lima, ni un machete, ni agua?”, se pregunta uno de los campesinos afectados.
La denuncia pone el foco sobre una realidad que muchos conocen en el interior de Cuba, pero que rara vez se menciona en los medios oficiales: extensas zonas de tierras fértiles cubiertas de marabú, un arbusto invasor que simboliza la inutilización forzada del campo. “Es típico ver en todas las zonas de Cuba caballerías completas llenas de marabú. La gente quiere trabajar, pero no puede. Todo es discurso, ayuda no hay”, afirmó un portavoz de la Alianza.
A esto se suma una corrupción sistémica que, según los denunciantes, golpea directamente al productor. “Los robos no se detienen. Todo lo que se pierde va contra el campesino, contra el que trabaja. Los dirigentes están para resolver sus propios problemas, no los del pueblo”, reclamó otro campesino.
La falta de insumos básicos como herramientas, semillas, fertilizantes y agua, unida al deterioro de caminos rurales, la inexistencia de servicios de transporte y el alto precio de los combustibles, impide que los productores puedan sacar adelante sus cosechas o llevarlas a los mercados. Incluso aquellos que logran producir algo, enfrentan trabas burocráticas, precios injustos impuestos por el Estado y la amenaza constante de decomisos arbitrarios.
El resultado de esta crisis es visible: los mercados vacíos, el aumento del hambre en zonas rurales y urbanas, y una producción agrícola que no logra cubrir ni las necesidades mínimas del país. Mientras tanto, los campesinos viven en condiciones de extrema pobreza, muchos sin acceso estable a agua potable, electricidad o atención médica.
“La gente que nos representa no vive en el campo, no pasa hambre, no conoce el sacrificio del que se levanta con el sol a trabajar la tierra. Los niños, los viejos, la gente más vulnerable se está muriendo en este país porque el Estado no los apoya”, sentenció uno de los testimonios recogidos por la Alianza.
El llamado de la organización es claro: visibilizar esta realidad, denunciar el abandono estructural y exigir medidas concretas que devuelvan al campesinado los recursos y la dignidad que necesita para alimentar al pueblo cubano. Porque sin campesinos, no hay comida, y sin comida, no hay futuro.