La familia de Luis Frómeta Compte, un preso político cubano-alemán de 62 años, ha denunciado una brutal agresión sufrida por él en la prisión de Combinado del Este, en La Habana. Según informes, Frómeta Compte, detenido tras su participación en las protestas del 11J, fue atacado por reclusos en complicidad con las autoridades carcelarias.

La ONG Prisoners Defenders, con sede en Madrid, informó que Frómeta Compte sufrió graves heridas, incluyendo una fractura del tabique nasal. A pesar de ser trasladado brevemente a un hospital, fue devuelto a la misma prisión. La organización y la familia del reo han condenado el incidente, calificándolo de tortura y exigiendo una respuesta por parte del gobierno alemán y el Parlamento Europeo.

Brizaida Abad Igarzs, familiar de Frómeta Compte, expresó su preocupación y frustración en una transmisión en vivo desde las afueras de la prisión. Por otro lado, Janie Frómeta, hija del preso, ha utilizado plataformas como Tik Tok para denunciar la situación y cuestionar la falta de acción efectiva de Alemania y organismos internacionales.

Frómeta Compte fue condenado a 25 años de cárcel en 2022 por "sedición", tras grabar una protesta en La Güinera, La Habana, durante su visita a Cuba desde Alemania, donde reside desde 1985. Además, fue testigo del asesinato de Diubis Laurencio Tejeda por un policía cubano. Según su hija, desde su detención, Frómeta ha enfrentado torturas, condiciones de vida deplorables y problemas de salud no atendidos adecuadamente.

Esta situación se suma a un patrón de violencia y represión contra los presos políticos en Cuba. Organizaciones de derechos humanos, como la Sociedad Internacional de los Derechos Humanos (ISHR) y partidos políticos, han mostrado su apoyo y preocupación por el caso de Frómeta Compte y otros presos políticos en la isla.

El caso de Frómeta Compte resalta la crítica situación de los presos políticos en Cuba y la necesidad de una respuesta internacional más firme para proteger sus derechos humanos y garantizar su bienestar.

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