Un grupo de cubanos que ingresó ilegalmente a Belice la semana pasada, ha sido obligado a abandonar ese país, pero a través de la repatriación, confirmó la prensa local.

Un reporte de Caribbean National Weekly indicó que la magistrada en jefe de Belice, Sharon Fraser, ha emitido órdenes de expulsión para 16 ciudadanos cubanos, que ingresaron ilegalmente al país el jueves de la semana pasada.

De acuerdo con ese medio “los cubanos, que no tenían pasaporte, afirmaron que buscaban asilo en las Islas Caimán, pero terminaron accidentalmente en Belice cuando su bote se quedó sin gasolina y llegó a la costa después de sufrir mal tiempo”.

Generalmente, Belice es una nación radical con los migrantes ilegales por lo que varios cubanos del grupo buscaron apoyo legal para defenderse de las leyes locales.

En ese caso, el abogado Orson “OJ” Elrington, quien representó a nueve de los cubanos, pidió a la magistrada que usara su discreción y no les impusiera una pena de prisión, argumentando que no había suficientes pruebas para probar que llegaron a Belice intencionalmente.

Ante la justicia, los cubanos sostuvieron que llegaron por casualidad hasta ese país.

“Dos hombres de entre ellos se declararon culpables, mientras que los siete restantes dijeron que no estaban seguros de cómo declararse culpables. Un cubano informó al Magistrado Frazer que si bien no vinieron a Belice con ningún pasaporte, tampoco querían venir a Belice”, dijo el mencionado medio.

Al ver la posibilidad de ser repatriados algunos ciudadanos de la mayor de las Antillas emitieron diferentes declaraciones.

“Una de las cubanas, cambió su versión y afirmó que buscaban asilo en Belice, mientras que otras dos afirmaron que sus documentos quedaron en las Islas Caimán luego de que se les negara el asilo”, precisaron.

El grupo de cubanos que no consiguió abogados no estuvo también fue amenazado con la repatriación.

El Departamento de Inmigración le dijo a la corte que no buscaban una multa contra ninguno de los cubanos y la magistrada jefe Fraser usó su discreción y no los multó; sin embargo, ordenó que los enviaran de regreso a su país.

Desesperado, un cubano preguntó a la magistrada jefe si podía pagar una multa y continuar su viaje, pero la funcionaria fue categórica argumentando que una orden de expulsión significa que deben regresar a su país de origen.

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