Los habitantes de la calle Mujica, en Matanzas, están viviendo una situación desesperada después de que las autoridades locales ordenaran la extracción de los adoquines de su vía hace más de un mes.

La decisión de retirar los adoquines, destinados a ser utilizados en avenidas principales, ha dejado a los vecinos lidiando con aguas albañales, olores desagradables y un vertedero improvisado.

Un residente del lugar incluso intentó aprovechar la situación plantando maíz y calabazas en el caos de la vía, con la esperanza de que pudieran crecer y proporcionar alimento. Mientras tanto, la situación en la calle sigue empeorando día a día.

La recolección de basura en las calles ha sido un problema crónico en Cuba, un reflejo de las dificultades económicas y las carencias del sistema comunista. En La Habana, por ejemplo, el régimen ha admitido que solo el 40 por ciento de los equipos de recolección de basura está en funcionamiento.

El gobierno ha intentado abordar el problema mediante multas significativas para aquellos que afecten la limpieza en las calles, donaciones de equipos extranjeros y la participación de las fuerzas armadas y pequeñas empresas estatales y privadas en la recolección de basura.

Sin embargo, la situación no parece mejorar y la basura sigue acumulándose en las calles, afectando la calidad de vida de los cubanos.

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