El caso de Carmen Valdez De Miguel ha generado gran conmoción en la comunidad de Doral en Miami. La mujer, de 67 años y nacionalidad venezolana, fue arrestada tras ser acusada de estafar a un hombre con $3,000 mediante una falsa “limpieza espiritual”. Este caso ha puesto en alerta a las autoridades, quienes no descartan la existencia de más víctimas afectadas por este esquema de fraude.

La investigación comenzó cuando la víctima, cuyo nombre no ha sido revelado, encontró un volante promocional sobre lecturas de tarot pegado a su automóvil. Intrigado, decidió llamar al número indicado y concertó una sesión con una supuesta tarotista que se hacía llamar “María Rodríguez”. La sesión inicial tuvo un costo de $20 y se llevó a cabo en un apartamento en la calle Northwest 36th de Doral.

Durante la sesión, la acusada convenció a la víctima de que necesitaba una limpieza espiritual más profunda para alejar “energías negativas” y mejorar su situación financiera. Para ello, debía realizar un ritual especial cuyo costo oscilaba entre $600 y $700. La víctima pagó un adelanto de $200 a través de Zelle y, días después, regresó con $3,000 en efectivo, bajo la promesa de que su dinero sería “ritualizado” y devuelto duplicado.

El ritual incluyó colocar el dinero en una bolsa junto a huevos. Sin embargo, al abrir la bolsa, la víctima solo encontró huevos rotos y gusanos, sin rastro del dinero. Valdez De Miguel le aseguró que el proceso aún no estaba completo y que debía esperar a que “las velas se apagaran solas” para recuperar su efectivo. Tras varios intentos fallidos de contactar a la mujer, la víctima denunció el caso a la policía de Doral.

Las autoridades arrestaron a la acusada el 31 de marzo en su apartamento. Durante la detención, Valdez De Miguel intentó ocultar su identidad utilizando un nombre falso y se resistió a ser esposada. Posteriormente, fue trasladada al hospital Baptist alegando fiebre, pero luego fue llevada al centro correccional Turner Guilford Knight.

Durante su audiencia ante la jueza Mindy Glazer, se le impuso una fianza de $5,500 por el caso principal. Sin embargo, también enfrenta órdenes judiciales previas por hurto menor, con fianzas adicionales de $3,500 y $1,000, además de una retención migratoria que la mantiene detenida sin posibilidad de salir bajo fianza.

El jefe de la policía de Doral, Edwin López, la calificó como una “profesional” del engaño y advirtió que podrían surgir más denuncias. La policía exhorta a cualquier persona que haya sido víctima de esta estafa a presentar una denuncia formal.

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