El Arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor García Ibáñez, se mostró profundamente preocupado durante su mensaje de Navidad por la situación económica, el aumento de los precios y la escasez de productos de primera necesidad en la isla. 

Pidió al pueblo cubano mantener la fe y la esperanza ante los momentos de “confusión e incertidumbre” que se viven. 

Ante la grave crisis que afronta Cuba monseñor García Ibáñez recordó: “Los cristianos somos hombres y mujeres de esperanza, la fe nos da confianza en Dios, nos fortalece, nos impulsa a la lucha y al esfuerzo”. Las adversidades son hoy más evidentes para la ciudadanía “por eso les invito ahora más que nunca, a no perder la esperanza y acercarnos más a Dios. Ahora es cuando más le necesitamos” agregó monseñor.

 El Arzobispo de Santiago de Cuba es una figura activa en la sociedad civil cubana, comprometido con su labor de asistencia al necesitado como demostró en su visita a  José Daniel Ferrer en su cautiverio de octubre de 2020.

El panorama para 2021 se dibuja gris para los cubanos, tanto del sector estatal como del privado. La falta de incentivos y la represión abierta han menguado las esperanzas de un cambio poco traumático para la nación. 

La manera con que las estructuras represivas y la prensa oficialista acabaron con las exigencias del Movimiento San Isidro y los manifestantes del 27 de noviembre ante el Ministerio de Cultura dejan poco espacio al diálogo fructífero. 

La llamada “Tarea Ordenamiento” que ha puesto en marcha el Partido Comunista en plena crisis agravada por el coronavirus ha creado un ambiente de descontento y escepticismo entre los cubanos. 

La restructuración monetaria y la persecución de los distribuidores del mercado negro sumen al país en la peor crisis inflacionaria de los últimos 20 años. A pesar de ello el prelado clama por  la unidad familiar para enfrentar lo que denomina “una situación perturbadora”. 

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