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Arroz blanco y chícharos duros... ¡triste “dieta” de los abuelos en Cuba!

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 21 de septiembre de 2025

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En Cuba, la crisis alimentaria golpea con especial fuerza a los más vulnerables: los ancianos y personas de bajos ingresos que dependen del Sistema de Atención a la Familia (SAF). En Holguín, según las redes, los comedores comunitarios apenas logran ofrecer arroz blanco y chícharos duros, un menú repetitivo y carente de nutrientes que, lejos de garantizar una dieta digna, solo perpetúa la miseria.

Los beneficiarios de estas unidades, que suman más de 6,000 personas en la provincia, coinciden en la precariedad del servicio. Los testimonios son conmovedores: jubilados como Heremio Torres denuncian que el pollo solo aparece “cuando hay visitas oficiales”, mientras otros aseguran que pasan semanas enteras sobreviviendo con un simple potaje aguado que muchos llaman “caldo de balines”.

Los cocineros enfrentan condiciones igualmente dramáticas. Sin gas licuado desde hace más de un año, se ven obligados a preparar cientos de raciones en fogones improvisados de leña. A la falta de combustible se suma la mala calidad de los insumos, pues de las 9,2 toneladas de chícharos que debía entregar la Empresa Mayorista de Alimentos en agosto, solo llegaron cuatro.

Resultado: menús aún más limitados y colas interminables, incluso después del reparto diario, porque el hambre también persigue a quienes no logran ser censados dentro del programa.

En teoría, el SAF nació en 1998 para “proteger a los sectores más vulnerables”, con precios subsidiados y raciones suficientes.

Sin embargo, la realidad demuestra lo contrario. En 2021, tras la fallida Tarea Ordenamiento, el precio de cada comida pasó de 2 a 26 pesos, provocando que más de 77,000 ancianos y personas con discapacidad renunciaran al servicio. Hoy, aunque las pensiones mínimas se elevan a 4,000 CUP, esa cifra apenas equivale a 9,5 dólares en el mercado negro, un monto insuficiente para cubrir ni un día de gastos básicos.

La situación no se limita a Holguín. En provincias como Santiago de Cuba, Ciego de Ávila y Matanzas, los comedores del SAF enfrentan problemas similares: falta de alimentos, cocinas en ruinas y ancianos que dependen de un plato incompleto para subsistir.

En las redes sociales, usuarios denuncian que lo mismo ocurre en círculos infantiles y escuelas, donde niños reciben el mismo menú que los comedores para ancianos: arroz, chícharos y poco más.

Tras décadas de trabajo, los jubilados cubanos, que alguna vez soñaron con una vejez tranquila, hoy hacen largas colas para recibir comida que ni siquiera alcanza para sobrevivir. Muchos, resignados, buscan restos en la basura o dependen de la caridad de proyectos comunitarios e iniciativas independientes que tratan de suplir lo que el Estado no garantiza.

La utopía de una alimentación digna en Cuba se ha convertido en una quimera. Y mientras los responsables se excusan en la falta de recursos o en el embargo, la realidad es que miles de cubanos de la tercera edad se van a la cama con hambre todos los días.


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