Una cubana identificada como Kenia Landa, de 52 años y residente en Hialeah Gardens, fue arrestada en Miami-Dade tras ser señalada como una de las responsables de operar un local de apuestas ilegales en el sector de Tamiami. La detención se produjo la noche del sábado durante un operativo encubierto llevado a cabo por agentes de la Oficina del Sheriff del condado.

El establecimiento, conocido como Galaxy Arcade, estaba ubicado en el 12218 del suroeste con la calle 8. Según los reportes policiales, el local no tenía otro propósito que facilitar apuestas clandestinas a través de máquinas tragamonedas y pagos en efectivo.

La investigación comenzó a mediados de agosto, cuando detectives encubiertos empezaron a visitar el lugar. Con 50 dólares en mano, los oficiales simularon ser clientes habituales y participaron en varios juegos para confirmar la existencia de pagos ilegales. En al menos cuatro ocasiones recibieron ganancias en efectivo, incluyendo un pago de 23 dólares que fue suficiente para confirmar la operación ilícita.

El día del allanamiento, los agentes encontraron a una docena de personas apostando. Todos fueron detenidos inicialmente para fines de investigación. En ese momento, Landa y otra mujer, identificada como Beatriz Vichot, de 60 años, fueron arrestadas como principales responsables del negocio.

De acuerdo con los informes, Vichot era la empleada que entregaba los pagos en efectivo, mientras que Landa administraba el lugar y lo mantenía en funcionamiento. Incluso, durante las visitas de los encubiertos, se les ofrecieron promociones de fin de semana y la posibilidad de organizar juegos de bingo.

Landa enfrenta cargos por organizar apuestas ilegales, alquilar una casa para juegos y actuar como administradora de un negocio de apuestas ilícitas. Vichot, por su parte, también fue acusada de operar y participar en esta red clandestina.

La jueza Mindy S. Glazer fijó una fianza de 3.650 dólares para Landa y de 3.150 dólares para Vichot. Los casos quedaron asignados a la jueza de circuito del condado, Laura Stuzin.

En Florida, las leyes son estrictas contra las apuestas ilegales. Mientras que participar en apuestas menores puede conllevar multas de hasta 500 dólares y 60 días de cárcel, operar un local de juego ilegal es considerado un delito grave que puede acarrear hasta 5 años de prisión y multas de 5.000 dólares. En casos más severos, como operaciones continuas o en línea, las sanciones pueden llegar hasta los 15 años de cárcel.

Además de las penas de prisión, la justicia puede confiscar máquinas, dinero y propiedades utilizadas en la operación. Quienes sean condenados también podrían enfrentar limitaciones para abrir negocios o acceder a licencias comerciales en el futuro.

El operativo en Tamiami demuestra, según las autoridades, la intención de seguir desmantelando este tipo de actividades ilícitas que operan fuera de los espacios regulados por el estado, como los casinos tribales, hipódromos y loterías autorizadas.

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