Arnaldo Rodríguez agradece al régimen mientras niños duermen en los jardines de un hotel en La Habana
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 18 de octubre de 2025

En medio del dolor y la indignación por las imágenes de varios niños durmiendo en los jardines del hotel Muthu en La Habana, el músico oficialista Arnaldo Rodríguez Romero decidió reaparecer con un mensaje que ha encendido las redes: un agradecimiento al régimen por haberle permitido “estudiar gratis”.
El post, acompañado de fotos donde aparece rodeado de escolares sonrientes y con uniformes impecables, fue visto por miles como un intento de “lavado de imagen” del gobierno, justo cuando la población denuncia la pobreza extrema y el abandono infantil que golpea a la Isla.
“Gracias Gobierno, por ofrecerme el derecho de asistir gratuitamente a la escuela”, escribió el artista, en lo que muchos interpretaron como un intento de desviar la atención del caso de los seis menores que dormían sobre el suelo, frente a un hotel de lujo, a pocos pasos del mar.
Mientras las redes ardían exigiendo respuestas, Arnaldo prefirió hablar de su niñez en los años 80 y de cómo su madre lo obligaba a estudiar. Sin embargo, en su propia contradicción, terminó agradeciendo a un sistema que hoy no garantiza ni leche ni techo a miles de niños cubanos.
Las imágenes publicadas por el cantante —banderas, aulas limpias, niños felices— contrastan con la otra Cuba: la de los pequeños que hurgan en la basura, los que van a la escuela con hambre o los que duermen al aire libre porque sus familias no pueden pagar una vivienda.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos estima que el 89 % de los hogares vive en pobreza extrema y casi un 10 % de los niños padece pobreza alimentaria. Frente a ese panorama, el agradecimiento de Arnaldo sonó a burla para muchos.
Las redes no perdonaron: cientos de usuarios le recordaron que el derecho a estudiar no compensa el hambre, ni la falta de oportunidades, ni el dolor de ver a menores durmiendo en los parques de una capital en ruinas.
Mientras tanto, el músico —convertido en diputado y vocero del régimen— sigue cantando a una Cuba ideal que solo existe en los spots de propaganda.
Pero en las calles, los verdaderos protagonistas siguen siendo los niños sin casa, sin comida y sin voz.