De Cuba a Marruecos. Así puede resumirse el itinerario de una selección argentina que volvió a convertir un Mundial Sub-20 en una demostración de jerarquía, consistencia y ambición. Comenzó su camino en Chile derrotando 3-1 a Cuba en la fase de grupos, y ahora, tras varias batallas, se cita en la final con Marruecos, el rival revelación del torneo.

Argentina, con seis títulos en su historial, busca en tierras chilenas su séptima corona juvenil, que consolidaría su reinado histórico en la categoría. Ninguna otra selección ha logrado igualar su legado en los Mundiales Sub-20, ni siquiera Brasil, su escolta más cercano.

El conjunto argentinoe ha mostrado un torneo sólido de principio a fin. Tras su debut ante Cuba (3-1), superó a Australia e Italia para cerrar el grupo con puntaje perfecto. En octavos despachó a Senegal, en cuartos impuso su jerarquía ante México (2-0), y en semifinales superó 1-0 a Colombia en un duelo tenso y disputado.

La clave ha estado en la madurez del plantel y la profundidad de su fútbol: una defensa firme, un mediocampo que presiona alto y delanteros con puntería en los momentos decisivos. Su entrenador, Diego Placente, ha logrado imprimir equilibrio y confianza a una generación que combina talento y disciplina.

Enfrente estará Marruecos, una de las revelaciones de este Mundial. El equipo africano dejó en el camino a Francia en semifinales, tras empatar 1-1 y vencer en los penales. Con un fútbol compacto, físico y rápido en las transiciones, Marruecos ha demostrado que su desarrollo en divisiones menores no es casualidad, sino fruto de una planificación sostenida.

Será la primera final Sub-20 en la historia del país magrebí, un hito que ya marca un antes y un después para el fútbol africano. En la final, buscará hacer historia frente al gigante argentino.

Si logra vencer a Marruecos en Santiago, Argentina no solo sumará una estrella más: habrá completado un viaje perfecto. Uno que comenzó en La Serena frente a Cuba y termina en la capital chilena frente a Marruecos, como una travesía de fútbol, continuidad y orgullo.

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