En su primera semana tras regresar a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump llevó su agenda económica a Las Vegas, donde prometió eliminar los impuestos sobre las propinas, una medida que calificó como un alivio necesario para los trabajadores del sector servicios. En un evento celebrado en el Circa Resort and Casino, frente a una multitud de seguidores y bajo una pancarta que rezaba "No Tax on Tips" ("No a los impuestos sobre las propinas"), Trump dejó claro que sus políticas buscan reactivar la confianza económica.
"Sus propinas serán cien por cien suyas", afirmó Trump entre aplausos, asegurando que esta medida beneficiará a millones de estadounidenses que dependen de las propinas para llegar a fin de mes. Con un tono característico, bromeó diciendo que incluso perseguiría a quienes no hubieran declarado sus propinas en los últimos diez años.
En estados como Nevada, donde la hostelería constituye más del 20 % de los empleos, las propinas son una parte crucial de los ingresos de los trabajadores. Según datos del IRS, las propinas reportadas en 2023 alcanzaron los 37 mil millones de dólares, reflejando la dependencia de la industria en estas gratificaciones.
Sin embargo, la tributación de las propinas ha sido un tema de debate. Actualmente, estas se consideran ingresos y están sujetas a impuestos, lo que puede representar una carga significativa para quienes ganan salarios base bajos.
Mientras algunos trabajadores celebran la propuesta de Trump como un avance hacia mayores ingresos netos, expertos advierten que eliminar los impuestos podría reducir los ingresos fiscales del gobierno, afectando servicios públicos. Además, existe la preocupación de que los empleadores ajusten los salarios base para compensar la falta de regulación sobre las propinas.
Impacto fiscal y político
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable señaló que las iniciativas fiscales de Trump, incluidas la eliminación de impuestos sobre propinas y horas extras, podrían sumar 7,5 billones de dólares a la deuda nacional en los próximos diez años. Pese a ello, el presidente asegura que su enfoque "desatará una nueva era de prosperidad".
En la arena política, la propuesta también ha influido en el discurso de sus oponentes. Kamala Harris, su rival demócrata en 2024, anunció una medida similar, subrayando que requerirá legislación del Congreso.
La promesa de Trump: "El declive ha terminado"
Además de sus planes fiscales, Trump aprovechó el evento en Las Vegas para remarcar que su administración ya está "revirtiendo el declive de Estados Unidos". En su primera semana, ha eliminado políticas clave de su predecesor, Joe Biden, y prometió un enfoque menos burocrático y más orientado a "los verdaderos trabajadores del país".
El compromiso con el alivio fiscal para las propinas parece haber reforzado su conexión con un sector históricamente desatendido, marcando un inicio fuerte y controvertido en su retorno al cargo más alto de la nación.
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