Rusia reanudó los vuelos turísticos a Cuba, con la llegada el miércoles de una aeronave de la compañía rusa Nordwind a la terminal aérea internacional “Juan Gualberto Gómez”, en Varadero, popular destino de la provincia de Matanzas.
El vuelo procedente de Moscú, fue recibido por la agencia estatal Cubatur, marcando la reanudación de las operaciones entre las terminales de la capital rusa y de la isla. En febrero, las aerolíneas de la nación euroasiática habían anunciado la suspensión de los vuelos a Cuba debido a restricciones impuestas a Moscú tras la invasión a Ucrania.
La Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsia) confirmó que varias aerolíneas planean reanudar los vuelos a la isla, indica un reporte de la prensa oficialista cubana. El jefe de Rosaviatsia, Aleksánder Neradko, aseguró al titular del Ministerio de Turismo (Mintur) de Cuba, Juan Carlos García, que las compañías aéreas rusas pretenden potenciar el sector del ocio entre los dos países.
Autoridades de Moscú anunciaron que el 1 de octubre se retomarían las conexiones con Cuba, auspiciadas por el turoperador ruso Pegas Touristik en asociación con Nordwind Airlines, una aerolínea chárter con base en Moscú que comenzó sus operaciones en diciembre de 2008 con dos Boeing 757-200. Su base de operaciones principal es el Aeropuerto Internacional Sheremetyevo de la capital rusa.
Actualmente, la flota de la aerolínea cuenta con Airbus A321-231, Boeing 777-200ER y 300 entre otras variantes. Rusia se ha convertido en uno de los principales emisores de turismo al archipiélago, aunque la industria se vio fuertemente golpeada por la pandemia del coronavirus, primero, y por el conflicto en Ucrania, después.
La reanudación de operaciones prevé enlaces, además de con Varadero, con Cayo Coco en el polo turístico de Jardines del Rey (centro-norte). El gobierno cubano mantiene el propósito de recibir a 2,5 millones de visitantes extranjeros antes de que concluya 2022. Cuba no condenó de manera explícita la guerra en Ucrania ordenada por el presidente ruso Vladimir Putin, cuyo gobierno sostiene estrechos vínculos con el régimen comunista de La Habana.