En un reciente incidente que subraya las tensiones políticas y los desafíos que enfrentan los activistas cubanos, Niurka de la Caridad Ortega, madre del preso político cubano Eugenio Sierra Ortega, fue impedida de ingresar a Nicaragua. Este hecho se produjo cuando Ortega y su esposo fueron detenidos en el aeropuerto El Dorado en Bogotá, Colombia, durante su intento de viajar a Nicaragua a través de Colombia y El Salvador.
Ortega, una miembro activa de la organización Cuba Independiente y Democrática (CID), detalló que las autoridades colombianas les informaron que no podían buscar asilo en Colombia ya que estaban en tránsito hacia otro destino. Esta negativa de entrada a Nicaragua ha puesto en evidencia las restricciones cada vez más estrictas que el gobierno nicaragüense está imponiendo sobre los activistas cubanos y sus familias.
El caso de Eugenio Sierra Ortega, hijo de Niurka, es emblemático de la difícil situación de los presos políticos en Cuba, encarcelados por su participación en actividades contra el régimen cubano. La situación de los presos políticos en Cuba ha sido un tema de preocupación internacional, con numerosos informes de violaciones de derechos humanos y represión de la disidencia política. El caso de Sierra Ortega no es una excepción, y su familia ha estado activa en la lucha por su liberación y por llamar la atención sobre las condiciones de los presos políticos en la isla.
El pasado fin de semana, Ortega y su esposo llegaron al aeropuerto El Dorado con la intención de abordar un vuelo hacia Nicaragua. Sin embargo, fueron detenidos por las autoridades migratorias colombianas, quienes les informaron que Nicaragua había prohibido su entrada. Esta decisión de las autoridades nicaragüenses refleja una política más amplia de restricciones y control sobre quienes consideran opositores políticos.
Uno de los aspectos más críticos de este incidente fue la imposibilidad de Ortega y su esposo de solicitar asilo en Colombia. Según Ortega, las autoridades colombianas les explicaron que no podían tramitar una solicitud de asilo porque estaban en tránsito. Este obstáculo administrativo dejó a Ortega y a su esposo en una situación de vulnerabilidad, sin un lugar seguro al cual dirigirse.
La negativa de entrada por parte de Nicaragua ha generado una ola de indignación entre los defensores de derechos humanos y los grupos de la diáspora cubana. La CID y otras organizaciones han condenado la decisión, señalando que se trata de un acto de represión y una violación de los derechos humanos fundamentales. Además, han llamado a la comunidad internacional a intervenir y proporcionar apoyo a los activistas y sus familias que se encuentran en situaciones similares.
A pesar de estos obstáculos, Niurka de la Caridad Ortega ha manifestado su determinación de continuar luchando por la libertad de su hijo y por los derechos de todos los presos políticos en Cuba. Su caso pone de relieve las difíciles circunstancias a las que se enfrentan las familias de los disidentes y la necesidad de una mayor atención y apoyo internacional.
Este incidente es solo un capítulo más en la larga historia de represión y lucha por la libertad en Cuba y otros países de la región. La comunidad internacional y los defensores de derechos humanos deben seguir atentos y activos en la denuncia de estos abusos y en la búsqueda de justicia para quienes han sido silenciados por sus gobiernos.
Fuente: ADN CUBA