Israel y Hamás han llegado a un entendimiento preliminar para detener las hostilidades en la Franja de Gaza, según mediadores internacionales. Este acuerdo, que aún debe ser ratificado por el gabinete israelí, podría marcar el inicio de un alto al fuego tras más de un año de devastador conflicto.
El pacto contempla la liberación escalonada de rehenes retenidos por Hamás, el intercambio por prisioneros palestinos en cárceles israelíes, y el ingreso de ayuda humanitaria para aliviar la crítica situación en Gaza. Además, permitirá que miles de desplazados puedan retornar gradualmente a sus hogares, aunque en condiciones precarias.
Fuentes de Estados Unidos y Hamás confirmaron la negociación, que tuvo lugar en Doha, Qatar, tras meses de esfuerzos diplomáticos liderados por Estados Unidos, Egipto y Qatar. Según lo informado, el presidente Joe Biden hará declaraciones oficiales próximamente.
El acuerdo propone una pausa inicial de seis semanas en los combates, acompañada de un alto al fuego total y la retirada de tropas israelíes de zonas densamente pobladas de Gaza. Durante este periodo, se espera la liberación de rehenes prioritarios, incluidos mujeres y adultos mayores, a cambio de la excarcelación de cientos de prisioneros palestinos.
Aunque el anuncio trae esperanza, muchos aspectos clave, como el futuro político de Gaza y la reconstrucción del territorio, siguen siendo inciertos. Los costos humanos y materiales del conflicto han sido enormes, dejando a la mayoría de la población de Gaza desplazada y enfrentando una grave crisis humanitaria.
A medida que se implementa este cese al fuego, tanto Israel como Hamás afrontan el desafío de garantizar su cumplimiento y responder a las demandas de sus respectivas poblaciones. Sin embargo, este acuerdo representa un paso significativo hacia una posible solución a uno de los conflictos más complejos y prolongados de Medio Oriente.
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