Un incendio devastador en el municipio Diez de Octubre, La Habana, ha dejado una familia destrozada y a una comunidad en luto. La tragedia ocurrió en una vivienda situada en la calle Marqués de la Torre, donde la explosión de la batería de una moto eléctrica causó la muerte de cuatro personas, incluyendo a un bebé de un año. La explosión se produjo en las primeras horas del miércoles, cuando una de las dos motos eléctricas que se encontraban en la casa estaba cargándose.
El matrimonio conformado por Andrés Herrera y Yiliam Martínez, junto con un primo joven que estaba pernoctando en la casa, fallecieron en el incendio. Aunque los bomberos lograron rescatar a las dos hijas del matrimonio, la más pequeña, de apenas un año, sucumbió a sus heridas en el hospital. La otra hija, de 13 años, se encuentra en estado crítico en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, luchando por su vida en la unidad de quemados.
Los vecinos de la zona relatan los momentos de terror que vivieron al intentar socorrer a la familia atrapada. "No hubo manera de romper la reja", narró uno de los testigos a 14ymedio. A pesar de los esfuerzos desesperados por derribar la barrera y salvar a los ocupantes, la reja y el candado resistieron, impidiendo el acceso y condenando a la familia al encierro mortal.
El incendio consumió rápidamente la casa, dejando un rastro de devastación visible a través de las ventanas. Los bomberos llegaron al lugar y controlaron el fuego, pero para entonces, gran parte de la vivienda ya había sido reducida a cenizas, con los muebles calcinados y las paredes ennegrecidas por el humo.
Andrés Herrera, muy conocido en el barrio por su trabajo como cobrador de la Unión Eléctrica en Diez de Octubre, deja atrás un vacío difícil de llenar. Su esposa, Yiliam Martínez, también era apreciada por quienes la conocían. La comunidad ha mostrado su pesar en redes sociales, donde se han compartido mensajes de condolencias y recuerdos de los momentos compartidos con la pareja.
La explosión y el incendio han puesto de relieve los peligros asociados con el uso de motos eléctricas en espacios cerrados, especialmente cuando se dejan cargando durante largos períodos. Mientras la familia y los vecinos enfrentan el dolor de la pérdida, la tragedia sirve como un sombrío recordatorio de la necesidad de extremar precauciones para evitar que se repitan este tipo de incidentes.
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