Una nueva situación crítica volvió a poner en entredicho la seguridad aérea en Estados Unidos. Esta vez, el incidente ocurrió en el aeropuerto LaGuardia de Nueva York, cuando un avión de Republic Airways estuvo a punto de colisionar con otro de United Airlines durante maniobras de despegue. El hecho tuvo lugar el pasado 6 de mayo a las 12:35, cuando el Embraer 175 de Republic inició la rodadura sin recibir autorización final, mientras otro avión todavía ocupaba la pista. El piloto ejecutó un frenazo de emergencia que evitó el choque, pero provocó molestias físicas en varios pasajeros.
"La maniobra evitó por segundos una tragedia aérea," relataron testigos a bordo. Algunos pasajeros sufrieron lesiones cervicales leves y fueron atendidos por personal médico en tierra. El vuelo de Republic, que tenía como destino Minneapolis-St. Paul fue cancelado y los pasajeros fueron reubicados en otros vuelos. La aerolínea señaló que el incidente podría estar relacionado con condiciones meteorológicas adversas, aunque los afectados aseguran que no se les informó con claridad.
La Administración Federal de Aviación y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte han abierto una investigación para determinar qué falló en la cadena de comunicación y control. Las autoridades no han ofrecido aún una versión definitiva, pero se sospecha una posible descoordinación entre el piloto y la torre de control.
Este nuevo caso se suma a una serie de situaciones alarmantes en la aviación estadounidense. “Semanas atrás, un avión de American Airlines chocó con un helicóptero frente a la Casa Blanca, provocando la muerte de todos los ocupantes,” recordó un informe especializado. También en enero, un Boeing 777 de Delta tuvo que abortar el despegue en el aeropuerto JFK al cruzarse inesperadamente con un avión de American Airlines, salvándose por apenas segundos de una colisión en pista.
Expertos alertan sobre un patrón preocupante. La presión sobre los controladores aéreos, combinada con el aumento del tráfico y protocolos obsoletos, está elevando el riesgo operativo. Aunque las investigaciones siguen en curso, se exige una revisión urgente del sistema de control aéreo para evitar consecuencias fatales. La pregunta que muchos se hacen es si el sistema actual está preparado para soportar la carga del transporte aéreo moderno sin poner en riesgo vidas humanas.
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