“Es hora de que nos escuchen un poquito más”, dice la periodista oficialista Venus Carrillo Ortega quien reclama en redes sociales la eliminación del pan que reciben los Círculos Infantiles en el municipio La Lisa, de La Habana.
“¿Por qué en algunos medios se dijo que se iba a garantizar el pan en instituciones educacionales como los círculos, y ahora de forma más discreta casi por debajo del telón, nos informan que no? Me siento engañada, profundamente engañada”, dice esta cubana que es madre y advierte le asiste el derecho de reclamar.
“Con el derecho que me asiste como ciudadana y madre trabajadora, nacida en Cuba, necesito expresar mi desacuerdo con la disposición que ha tomado la Dirección Municipal de Educación del Municipio la Lisa, de eliminar el pan de los círculos infantiles de la localidad, o mejor dicho estoy en total desacuerdo con lo que han querido llamarle "precisiones para círculos infantiles por la afectación del pan" (ver documento en fotos)” escribe Carrillo Ortega.
Ella comparte una circular entregada en la reunión de padres, en el círculo infantil Sueños de Martí, del reparto San Agustín, del citado municipio, al cual asiste su hijo de cuatro años, donde le informan a los padres que no habrá más pan para los niños.
En el documento explican que se eliminará la entrega del pan y se sustituirá el alimento por otros como “jugo de pepino, de remolacha, membrillo de frutabomba o boniatillo, o incluso atol de arroz”, que serán “garantizados” por las cooperativas que atienden a los círculos aunque la propia reportera duda en que puedan hacerlo cuando ya es conocido que la ayuda de las cooperativas consiste en “lo más malito que tienen”, según sus propias palabras, porque envían al Círculo de su hijo la merma.
Venus Carrillo explica que ya manifestó su desacuerdo en la propia reunión de padres en la que fue informada pero decidió hacer una denuncia pública también.
“La que sí no puede quedarse callada y permitir que ultrajen mis derechos soy yo, como muchos padres que estaban allí conmigo. Que conste en acta, mi opinión la expresé en la reunión, que era el espacio donde me tocaba hacerlo, pero también aprovecho las facilidades que dan las redes, para "elevar" mi desacuerdo y que tal vez lo oigan esos que han tomado la decisión”, advirtió la cubana que deja varios puntos para demostrar su oposición a la medida.
1ro. Aunque si bien en el orden nutricional el pan no es un alimento fundamental, qué padre puede negar que en nuestro país sí resulta un alimento esencial en la dieta diaria de nuestros niños, "el salvador", "el que sostiene el hambre".
2do. Qué otras opciones de merienda tenemos hoy los padres para proporcionarles a los hijos, cuando todo, o sin ser extremista, casi todo solo aparece en MLC o por supuesto, a precios escandalosos en privados. De ahí que, tener asegurado hasta ahora merienda y almuerzo en círculos era una tranquilad para muchos.
3ro. ¿Aunque podemos llamarle malos hábitos alimenticios en casa, cuántos niños pequeños te comen o toman con frecuencia jugo de pepino, de remolacha, membrillo de frutabomba o boniatillo, o incluso atol de arroz? Por favor, remitirse al listado que aparece en las fotos.
4to Solo puedo hablar por el mío, pero cuando expresé mi opinión en la citada reunión de padres, varios coincidían, y es que muchos niños, precisamente por la escasa variedad de alimentos y la mala educación nutricional que tenemos, solo meriendan pan, pan solo, sin nada, ese el duro, ácido y pequeño que te dan en la bodega. ¿Entonces qué me va a comer durante varias horas, hasta que mamá o papá lo recojamos en el Círculo?
5to ¿Por qué en algunos medios se dijo que se iba a garantizar el pan en instituciones educacionales como los círculos, y ahora de forma más discreta casi por debajo del telón, nos informan que no. Me siento engañada, profundamente engañada?
6to. Dicen que las cooperativas que atienden a los círculos de la localidad proporcionarán, según disponibilidad, los alimentos necesarios para elaborar las alternativas de alimentos. Vamos señores, que ni tenemos frutas todo el año, y menos vegetales; y lo que se pone en un papel, muchas veces ahí se queda. Soy testigo, y no digo que sea siempre ni en todas partes -tal vez solo ha sido coincidencia-, de los aportes de la cooperativa que atiende el círculo de mi niño, y muchas veces lo que dan es la merma, lo que más malito está.
7mo. Como se trata de proponer soluciones y no solo criticar, en dicha reunión propuse a la Directora del círculo que nos permitiera llevar el pancito que le toca por la cuota al niño para la merienda, sin nada más, solo el pan. A lo que me respondieron, que no lo podían permitir. Y fue justo en se momento que me sentí frustrada, impotente... ¿Cómo no nos pueden permitir a los padres poder garantizar lo mínimo (señor mío que solo hablo del pan de la bodega), para que no pasen tanta hambre y poder contribuir en algo a la situación? ¿Cómo no nos van a permitir ayudar, cuando el estado no puede, por las razones que sean, pero no puede?
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