En una conferencia de prensa reciente, Alberto López Díaz, gobernador de Villa Clara, anunció medidas específicas para las celebraciones de fin de año en la provincia. Se informó que las cenas con carne de cerdo estarán disponibles exclusivamente para "sectores priorizados", que incluyen médicos de guardia, hogares de ancianos, algunos centros de salud y el Sistema de Atención a la Familia.
Esta decisión se toma en un contexto marcado por severas limitaciones económicas, especialmente en el suministro de combustible. La Dirección del Poder Popular de Villa Clara especificó que se servirán cenas de fin de año en centros gastronómicos estatales y en unidades del Sistema de Atención a la Familia, además de otros grupos poblacionales específicos como adultos mayores, embarazadas, niños y personas con discapacidad severa.
Los productos disponibles para la cena familiar incluyen arroz, frijoles (nacionales e importados), ron, pasta de ajo, jugo de limón, colorante y galletas, con precios variados. La reacción pública a estas medidas ha sido mayoritariamente negativa, con críticas centradas en los altos precios de los alimentos y la discrepancia con los salarios promedio en Cuba. El salario mínimo en el país es de 2.100 pesos mensuales (aproximadamente 17 dólares), mientras el precio de la carne de cerdo fuera del mercado racionado supera los 850 pesos por libra, y el frijol alcanza los 550 pesos por libra.
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