Un hombre cuya identidad aún no ha sido revelada fue reportado como desaparecido en Bejucal, Mayabeque, tras salir de su hogar a las 7:00 a.m. del jueves último. Sus familiares piden ayuda para localizarlo. Los números para reportar información son: 47681063 (Yuly, esposa), 56568102 (Yuly, móvil), 55282161 (Yosvany, cuñado), 51797041 (Carlitos, hijo) y 54719260 (Araceli, suegra).
Aunque la familia no comparte demasiada información, en los comentarios al post, varios colegas dijeron que el jueves el hombre fue a trabajar normalmente, y lo calificaron como una persona muy noble. Las desapariciones en Cuba se han vuelto crecientes al calor de la crisis económica y social, exacerbada por un aumento de la violencia en la Isla.
Hace algunos días también trascendió el caso de Heriberto Llánez, un anciano de Morón, Ciego de Ávila, quien desapareció y la policía dijo que por limitaciones de recursos no han podido iniciar la búsqueda. ¿¿¿??? Increíble pero cierto. Sencillo: los recursos están reservados para las protestas de la ciudadanía NO para defenderla.
Heriberto Llánez está desparecido desde el 11 de noviembre. A pesar de los esfuerzos de su familia y la comunidad, nada se ha sabido de él. Antes los brazos caídos de las autoridades, su familia sigue apelando a la solidaridad ciudadana para localizarlo. En los momentos que corren son las redes sociales las mayores aleadas en casos como estos.
Las desapariciones se han multiplicado ante la mirada ciega del desgobierno y su aparato represor. Otro ejemplo lo tenemos en Reinel Porra Cervantes del batey Trilladera de Jatibonico en Sancti Spíritus. Reinel lleva dos años sin dar señales de vida. Fue visto por última vez en una unidad militar de Topes de Collantes. La madre pide ayuda para encontrarlo. Su edad en ese entonces era de 19 años. El joven fue visto por última vez el 19 de julio de 2022, cuando entró de pase a su unidad militar de Topes de Collantes.
Una publicación en el grupo de Facebook "No más víctimas en el servicio militar en Cuba" asegura que la madre, Araceli Cervantes Rabí, se ha dirigido a la Fiscalía provincial y a la Delegación provincial y sólo consigue que le repitan una y otra vez: "Estamos trabajando en el caso".
Reinel Porra salió para su unidad, como de costumbre. Se incorporó y "de buenas a primera" los jefes llamaron para avisar que supuestamente se había fugado. Después dijeron que se había ido para una fiesta, pero no se sabe más nada. No hay rastro de sus cosas ni de él ni de su teléfono. Nada. La familia se siente "atada de pies y manos y con el dolor cada día más fuerte", escribió Clara Toledo, cercana a la madre del joven desaparecido.
Según ha contado la madre, ella es de un batey de Jatibonico que le dicen "Trilladera"; tiene tres hijas y el joven desaparecido es su único hijo varón, al que ella pide desesperadamente que le diga dónde está. "Por favor, dame una señal de ti. Espero una noticia tuya, hijo. ¿Dónde tú estás".
También le recuerda que ella padece lupus sistémico y que en estos momentos está sufriendo pérdida de cabello. En esta situación, pide a todas las madres y padres que lean su escrito, que oren para que ella pueda volver a ver a su hijo. Mientras, la persona que habla en su nombre, Clara Toledo, asegura que confía en que algún día sabrán qué le pasó en realidad.
El post de esta madre ha causado conmoción entre los muchos seguidores de un grupo contrario al servicio militar obligatorio en Cuba. "En el servicio militar pasan muchas cosas que a veces supuestamente, ni ellos nos pueden dar respuesta. Reinel Porra Cervantes, 19 años, desaparecido del servicio militar. Hoy por hoy nadie nos ha dado respuesta", escribió la usuaria Anailín Vázquez.
En los últimos meses varias familias cubanas han quedado rotas por la muerte de sus hijos mientras hacían el servicio militar. Es el caso de Adrián Rodríguez García, de Santa Clara, que había terminado el servicio en 2023, pero lo tenían castigado y tenían pensado darle la baja definitiva a primeros de enero de este 2024, pero el 31 de diciembre fue atropellado y murió abandonado en una carretera.
Ese día su madre había ido a verlo y al llegar a casa, cuatro horas más tarde, la llamaron de la unidad para darle la mala noticia. El juicio de este caso se celebró recientemente y al homicida imprudente le piden un máximo de 9 años de cárcel, cuando hay jóvenes que protestaron pacíficamente el 11 de julio de 2021 a los que les han impuesto penas de 23 años de prisión.