Debido a un rebrote de coronavirus en Cuba, las autoridades decidieron orientar una serie de medidas que llaman restrictivas, para evitar la propagación del virus en el país.
Estas medidas extremas han causado molestia entre los cubanos, que no solo se enfrentan al desabastecimiento y a las carencias, sino que además tienen horarios restringidos para circular.
Como si fuera poco, castigan con caras multas a aquellos que no respeten estos horarios, sin importar la razón por la que lo hayan hecho.
Una nota de Diario las Américas, recoge la inconformidad de isleños antes estas acciones del gobierno.
“Es un abuso. Ahora tengo que pagar la multa en diez días, de lo contrario se me duplica. Y yo no tengo dos mil pesos. Por el trabajo que estoy haciendo me van a pagar 1,500 mil pesos, pero los cobro cuando termine. No tengo a quién pedirle prestado ese dinero”, dijo un joven que se identifica como Rodney.
Asimismo, el portal conversó con un especialista en epidemiología que cree que las instituciones o no llegan o se pasan.
“Les cuesta discernir el punto medio, el equilibrio, la sensatez. Entonces apuestan por consignas y quieren demostrar al mundo que nuestra medicina es la mejor del planeta. Deben mirar a países como Suecia o Nueva Zelanda que en determinados periodos aplicaron confinamientos, pero sin llegar a excesos ni suspender el transporte público. En La Habana, por su cantidad de habitantes, presencia de turistas y residentes de otras provincias, por la cercanía geográfica de sus quince municipios, por tener mayor cantidad de restaurantes, bares, discotecas y centros de ocio, es lógico que el número de casos sea superior. Se están haciendo entre 4 mil y 5 mil pruebas diarias. Y el número más alto de contagiados ha sido de 92. No creo que la proporción sea el problema".
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