La activista Lizandra Góngora Espinosa, presa tras su participación en las protestas pacíficas del 11 de julio en Cuba, envió una emotiva carta desde la cárcel en la que asegura que continúa firme en sus ideales.
“Sigo firme en mis ideas… No me importa quien flaquee ante estas situaciones difíciles por las que estamos pasando, es mi forma de pensar y deseo que se respete”, asegura la joven quien además considera que “con la dictadura que gobierna ilegalmente en Cuba no se dialoga”.
La historiadora de arte Carolina Barrero compartió la misiva en sus página de Facebook. “Leerla me ha partido el alma. Ahí está lo mejor de la resistencia, el valor y el espíritu de verdad que empuja a Cuba fuera de la ignominia. Mis pensamientos y mi corazón están con ella y con sus hijos. Que de todos sea su honor y su estirpe”, dijo.
Góngora, de 35 años y madre de cinco hijos, se encuentra en la Prisión de Mujeres de Guatao esperando ser juzgada por un tribunal militar luego de marchar en Güira de Melena el 11J. Las autoridades la acusan de "sabotaje" y "desorden público".
En los videos que circulan sobre las manifestaciones de ese día en Güira de Melena hay uno en el que se ve a Lizandra, junto al grupo de manifestantes, gritando “libertad” y “que se vayan”.
Poco después un grupo de personas rompió parte de los cristales de una tienda en Moneda Libremente Convertible (MLC) de la localidad. A Lizandra, que gritaba esa no es la manera y paren, le alcanzaron dos pedazos de vidrio qe se le encajaron en la parte posterior de su pierna derecha.
Aunque no lanzó piedras ni golpeó a nadie, la policía política comenzó a buscarla para encausarla como una de las cabecillas de lo ocurrido.
La joven permaneció escondida durante 11 días y desde el 22 de julio sus familiares perdieron el contacto con ella. No fue hasta el 29 que su expareja y padre de dos de sus hijos, Ángel Delgado, recibió una llamada de las autoridades que le confirmaron que estaba detenida.
Desde antes ya Lizandra había recibido amenazas porque en las noches transmitía un cacerolazo por sus redes sociales para pedir libertad para los presos políticos y denunciar el estado de pobreza en el que vivía junto a sus hijos.
A continuación reproducimos íntegramente el contenido de la carta:
Yo, Lizandra Góngora Espinosa, activista del Partido PRC, repito una y mil veces que con la dictadura que gobierna ilegalmente en Cuba no se dialoga.
Estoy presa por mis ideales y convicciones que siento en mi corazón. Nadie me obligó, nadie me compró, ni mucho menos me pagaron por nada.
Sigo firme en mis ideas… No me importa quien flaquee ante estas situaciones difíciles por las que estamos pasando, es mi forma de pensar y deseo que se respete.
Un fuerte abrazo de resistencia a todos los hermanos. Seremos libres. Fé, fuerzas y esperanzas.
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