Un comerciante de Baracoa, Grausel Gaínza Fuentes, denunció el acoso y la persecución contra los trabajadores por cuenta propia en esa zona de la Isla que se convierte en multas excesivas en 2024, En una publicación en Facebook el perfil "Francisco Luis Manzanet Ortiz" explica que a pesar de contar con la patente y la autorización para vender carne y verduras en su comunidad del Jamal, ha sido objeto de constantes multas e intimidaciones por parte de funcionarios del Estado, incluyendo inspectores integrales y la PNR.
En el año 2024, Gaínza fue multado en más de 50 mil pesos en total, una cifra alarmante considerando que su negocio es uno de los pocos en la zona que abastece a la población de productos esenciales como carne de cerdo y algunas verduras. Los residentes del municipio publicaron el caso en redes y expresaron su indignación por estas sanciones, señalando que la tienda estatal no abastece adecuadamente la comunidad, lo que hace aún más necesario el servicio de Gaínza.
El 10 de enero de 2025, el anciano fue nuevamente multado por un total de 2.500 pesos, esta vez tras la intervención de los inspectores y la PNR, quienes se presentaron en su puesto de venta y le impusieron la sanción. No es la primera vez que esto sucede este año: a principios de enero, ya se le había impuesto una multa de 8.000 pesos. No busquen razones ni explicaciones. Es sencillo: aunque digan lo contrario, el desgobierno en Cuba NO deja vivir y poco importa que Gaínza Fuentes sea el que abastezca a sus consumidores; sencillamente gana dinero y ya eso es enriquecimiento. Claro, la corrupción que impera en la cúpula del poder en la Isla; esa nadie la ve ni la juzga.
La comunidad ha reaccionado con comentarios de apoyo hacia Gaínza, quien para colmo de males fue víctima de un robo en su vivienda durante el cual le sustrajeron $150,000 pesos, según contó una vecina del hombre. El régimen cubano, en lugar de alentar a los emprendedores, crea sistemas que generan abuso y represión, destacaron los internautas.
En diciembre pasado, por ejemplo, el gobierno anunció que a partir de enero pagaría "por resultados" a los inspectores y cobradores de multas, en medio de la cruzada estatal contra los negocios privados. El primer ministro Manuel Marrero informó en la Asamblea Nacional del Poder Popular que se aprobó un sistema de pago que mide la eficacia del trabajo de los inspectores y de todos los trabajadores de la oficinas de cobro de las multas.
Esto genera que los inspectores abusen y se nieguen a respetar las licencias a la hora de aplicar sanciones, subraya el post.
La política del gobierno cubano, que incluye la imposición de multas y ventas forzosas, afecta negativamente a los vendedores independientes al limitar su capacidad para operar legalmente y abastecer a la población. Estas medidas se justifican bajo el pretexto de controlar precios, pero a menudo resultan en un acoso constante hacia los trabajadores por cuenta propia.
La persecución a vendedores como Grausel Gaínza Fuentes tiene un impacto significativo en la comunidad de Baracoa, ya que limita el acceso a productos esenciales como carne de cerdo y verduras, especialmente en áreas donde las tiendas estatales no pueden abastecer adecuadamente a la población. Los residentes han expresado su indignación y apoyo hacia Gaínza, considerando las medidas como un abuso de poder.
Estas acciones son percibidas por muchos como un ataque a las formas económicas no estatales y un intento de mantener un control estricto sobre la actividad económica.
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