En su más reciente publicación, Amelia Calzadilla, activista y madre, relata su viaje a Miami, aclarando malentendidos sobre las razones de su desplazamiento. A través de su mensaje, intenta disipar rumores, destacando que no tiene intenciones de quedarse en los Estados Unidos, sino que su visita es corta y motivada por un objetivo muy específico: acompañar a dos amigas cercanas, Eliannis Ramírez e Idelisa Diasniurka Salcedo Verdecia, en la despedida del niño Damir, que falleció recientemente. Este evento tan significativo ocurrirá el próximo 20 de abril.

En su mensaje, Amelia también aprovecha para resaltar que el viaje no fue financiado por ninguna fundación ni recursos externos. Consciente de las posibles críticas, asegura que se trata de un esfuerzo personal realizado con sus modestos ingresos. De este modo, refuerza la idea de que no hay intereses ocultos ni agendas políticas detrás de su viaje, sino una solidaridad genuina hacia el dolor de quienes atraviesan momentos difíciles en Cuba.

Calzadilla, conocida por su activismo, ha ganado notoriedad por sus valientes directas a través de las redes sociales, donde exige al gobierno cubano el respeto de los derechos fundamentales para las familias cubanas. En su mensaje, hace hincapié en las circunstancias complicadas que enfrentan las mujeres y madres en la Isla, quienes, según su testimonio, se encuentran entre la espada y la pared: el miedo a las repercusiones políticas por "hacerse notar" versus la necesidad urgente de alzar la voz y denunciar la situación en Cuba.

Estas mujeres, muchas de las cuales se han comunicado con Amelia, le expresan su temor, pero también su determinación de luchar por una vida mejor, a pesar de los riesgos.

A lo largo de su intervención, Amelia no solo subraya su compromiso con la causa, sino que también expresa su apoyo a aquellos que, dentro de Cuba, sienten que ya no pueden seguir guardando silencio frente a la injusticia. Su mensaje es claro: el miedo no debe paralizar la lucha, y la solidaridad entre los activistas y las personas que luchan por los derechos humanos es esencial para seguir adelante.

Con esta reflexión, Amelia cierra su intervención desde Miami, asegurando que continuará trabajando para mejorar la situación en Cuba y para dar visibilidad a las luchas que muchas mujeres y familias están viviendo en la isla.

Amelia tuvo que abandonar Cuba por la presión a que fue sujeta y se halla establecida en Madrid junto a su familia.

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