Alerta patrimonial en Cuba: el Palacio de Aldama se desmorona ante la indiferencia oficial
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 22 de diciembre de 2025
El histórico Palacio de Aldama, una de las joyas arquitectónicas más emblemáticas del siglo XIX habanero, está siendo saqueado sistemáticamente ante la mirada pasiva de las autoridades. Día tras día desaparecen vigas, maderas, elementos constructivos y hasta piedras de sus muros, mientras el edificio avanza peligrosamente hacia un colapso estructural con riesgo real para la vida humana.
El inmueble, ubicado en la calle Reina donde se unen los municipios de Centro Habana y Habana Vieja, no solo sufre el abandono, sino también el libre acceso de ladrones y delincuentes, facilitado por un falso aseguramiento del lugar. No hay cierres efectivos, ni vigilancia permanente, ni medidas mínimas de protección, a pesar de las reiteradas denuncias realizadas por vecinos y ciudadanos preocupados.
Construido en la década de 1840 por la influyente familia Aldama, el palacio es un ejemplo notable del neoclasicismo cubano. Fue residencia de una de las familias más ricas de la época colonial y escenario de hechos relevantes de la historia nacional. En distintos momentos albergó instituciones públicas y culturales, y su valor como patrimonio arquitectónico de La Habana está ampliamente documentado.
Sin embargo, hoy el Palacio de Aldama es víctima de una doble agresión: el abandono institucional y el saqueo impune. Las autoridades suelen escudarse en la falta de materiales para la restauración, responsabilizando al bloqueo económico. Pero esa explicación no justifica el robo, la ausencia de control, ni la negligencia en la protección del inmueble.
Porque una cosa es no poder restaurar de inmediato, y otra muy distinta es permitir que se lo lleven piedra por piedra. Cerrar accesos, colocar custodios, asegurar el perímetro y evitar el expolio no requieren grandes recursos, sino voluntad y responsabilidad.
Si ocurre un derrumbe y hay víctimas, ya no se podrá hablar de imprevistos. Las responsabilidades estarán claras: Vivienda, Patrimonio, el delegado del Poder Popular de la zona, la PNR correspondiente y los organismos que han mirado hacia otro lado.
La indolencia también destruye patrimonio. Y el Palacio de Aldama no puede seguir pagando el precio de la desidia.