Otra víctima de la desidia en Cuba; fallece José Mesa esperando una ambulancia
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 16 de octubre de 2025

En Cuba, la desidia institucional sigue dejando un saldo trágico. José Mesa, un anciano del poblado Flor de Mayo en Santa Cruz del Sur, Camagüey, falleció tras más de 24 horas esperando una ambulancia que lo trasladara al hospital provincial.
Su caso evidencia una realidad alarmante: la burocracia y la falta de recursos médicos básicos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Según denunció su nieto Yuniel Mesa, José llevaba tres días ingresado en el hospital local debido a una gangrena que comenzó en un dedo del pie y se había extendido por toda la pierna. “Mi abuelo ya hace 24 horas de la remoción de hospital y no hay ambulancia disponible. Esto lo sabe hasta la jefa de salud Yasmin. Todos lo saben en el hospital, en el partido y no hay respuesta”, escribió Yuniel en redes sociales, mostrando imágenes del avanzado estado de necrosis.
El joven incluso acudió a las oficinas del Partido en busca de ayuda, pero las promesas quedaron vacías. Según su testimonio, se le aseguró que la ambulancia llegaría, pero la del Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM) solo apareció la noche del martes 14 de octubre, más de un día después de solicitada.
Cuando finalmente José fue trasladado al hospital provincial, ya era demasiado tarde: los médicos determinaron que su estado era crítico y que ninguna intervención, ni siquiera una amputación bajo anestesia general, podría salvarlo. Falleció en la mañana del miércoles 15 de octubre.
Vecinos y familiares denuncian que este caso no es aislado. La falta de ambulancias, insumos médicos y personal suficiente es una realidad constante en muchas provincias de Cuba, dejando a los pacientes en situación de extrema vulnerabilidad. Cada demora, cada promesa incumplida, tiene un costo humano que no puede ser ignorado.
El caso de José Mesa se convierte en un doloroso recordatorio de la urgencia de cambios en el sistema de salud: mejorar la disponibilidad de transporte de emergencia, agilizar la atención y garantizar que la burocracia no se interponga entre la vida y la muerte. Mientras tanto, familias enteras quedan a merced de un sistema que falla cuando más se necesita.