Las autoridades de la Aduana del Aeropuerto Internacional de Varadero detectaron recientemente cigarrillos electrónicos que contenían aceite de hachís en el equipaje de un pasajero, según informó el perfil oficialista de Facebook Con Todos La Victoria. El reporte, que no ofrece detalles sobre las personas involucradas ni la cantidad exacta de dispositivos incautados, señala que los objetos fueron decomisados y trasladados para su análisis pericial, mientras que los pasajeros continuaron su viaje.

El hallazgo pone nuevamente sobre la mesa el aumento de intentos de introducir al país sustancias controladas mediante nuevos métodos, en este caso utilizando cigarrillos electrónicos o “vapeadores”, una tendencia que se ha observado en varios aeropuertos del mundo. Este tipo de dispositivos, que en apariencia son inocuos, pueden contener extractos concentrados de drogas como el hachís, una resina derivada del cannabis con alto contenido de tetrahidrocannabinol (THC), principal compuesto psicoactivo de la planta.

El aceite de hachís, o “hash oil”, es una sustancia viscosa que puede producir efectos intensos de euforia, alteraciones sensoriales y descoordinación motora. Su consumo mediante vapeadores potencia los riesgos de adicción, ansiedad, taquicardias y problemas respiratorios, especialmente en personas jóvenes. En muchos países, la posesión y uso de este tipo de extractos se considera un delito de tráfico de drogas, debido a su elevada concentración de THC, que puede superar el 70 %.

En el caso de Cuba, donde las leyes antidrogas son muy estrictas, la introducción de sustancias prohibidas, incluso en pequeñas cantidades, puede acarrear sanciones penales severas, incluyendo penas de prisión. La Aduana General de la República ha insistido en la necesidad de que los viajeros conozcan las normativas y eviten transportar cualquier tipo de objeto o sustancia que pueda ser considerada ilegal, incluidos los cigarrillos electrónicos con componentes sospechosos o aceites no certificados.

Este tipo de productos puede afectar la salud mental y física, especialmente en jóvenes, y subrayan la importancia de fortalecer las campañas de prevención y educación sobre los riesgos asociados al consumo de derivados del cannabis. Mientras continúan las investigaciones en Cuba, el decomiso en el aeropuerto de Varadero sirve como recordatorio del constante desafío que enfrenta el país ante el tráfico y consumo de nuevas sustancias psicoactivas.

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