Adolescentes mestizas y negras de entornos rurales en Cuba representan el mayor número de embarazos en menores

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 18 de julio de 2022

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Las adolescentes mestizas y negras que residen en entornos rurales de Cuba, a cargo de familias con bajos ingresos, representan el mayor número de menores con hijos en el país, según trascendió en un evento este año celebrado en La Habana.

En Cuba, “la maternidad temprana ocu­rre más en adolescentes mestizas y negras, residentes en entornos rurales, en vivien­das con condiciones precarias, desvinculadas del estudio y el trabajo, y a cargo de familias con bajos ingresos”, explicó la doctora Reina Fleitas Ruiz, profesora titular del Departamento de Sociología de la Universidad de La Habana.

La docente expuso tal información durante el Congreso Internacional de Investigadores sobre In­fancias, Adolescencias y Juventudes, celebrado del 29 al 31 de marzo, en el Palacio de Convenciones, en la capital del país.

Según Fleitas, muchas jóvenes del país eligen ser madres para utilizar su condición como una vía para emigrar, también como forma de mejorar su economía o para abandonar la familia de origen e independizarse.

Al respecto, el doctor Yandry Alfonso Chang, jefe del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) de Villa Clara, advirtió que los órganos reproductivos de una adolescente aún no han alcanzado la madurez requerida, por lo cual son frecuentes algunos padecimientos como anemia, infecciones urinarias, complicaciones hipertensivas, hemorragias, preeclampsia, escasa ganancia de peso con malnutrición asociada y prematuridad de la criatura.

De igual modo, los bebés de las gestantes adolescentes pueden presentar diferentes padecimientos. “Los hijos de madres jóvenes poseen mayores probabilidades de desarrollar malformaciones congénitas, enfermedades gastrointestinales, retraso mental, pérdida de la visión y del oído”, señaló.

“Algunas muchachas, luego de la intervención, sufren perforación del útero o padecen cáncer cervicouterino”, enfatizó el galeno ante la prensa oficialista villaclareña.

Asimismo, la sicóloga Caridad Mayea González, profesora de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, apunta que “enfrentar un embarazo suele ser un proceso complicado, sobre todo, cuando no se ha planificado. Una joven de 15 o 16 años no cuenta las condiciones psicológicas necesarias —concepción del mundo, moral desarrollada, identidad estructurada— para esta nueva etapa”.

“La niña experimenta el salto de una etapa a otra; sin embargo, aún posee problemas de identidad, se enfrenta a cuestio­namientos sin resolver, trata de vincularse a su grupo social y experimenta procesos de disrupción de las relaciones con los padres. Al sumar a estos condicionantes un bebé, los procesos normales del desarrollo se tornan más complejos”, agregó.

De acuerdo con el medio, no obstante, durante los dos años de enfrentamiento al coronavirus, la curva de la fecundidad temprana en Cuba se mantuvo relativamente baja. Entre 2019 y 2021, el número de embarazos en adolescentes disminuyó y, por tanto, la cantidad de interrupciones realizadas por diversas vías decreció y el porcentaje de neonatos con madres jóvenes también.

“Durante los dos años de enfrentamiento a la COVID-19, la curva de la fecundidad tem­prana en Cuba se mantuvo relativamente baja. Entre 2019 y 2021, el número de emba­razos en adolescentes disminuyó y, por tan­to, la cantidad de interrupciones realizadas por diversas vías decreció y el porcentaje de neonatos con madres jóvenes también”, detalla.

Por otra parte, el reporte también reconoce que hay factores actualmente incidiendo en el número de embarazos y abortos, como la escasez de condones y de métodos y píldoras anticonceptivas. 


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