Régimen promete castigar con severidad a responsables de adulterar leche para niños en Las Tunas.
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 3 de febrero de 2025
El régimen cubano, incapaz de garantizar la alimentación infantil, ha vuelto a quedar en evidencia con un nuevo escándalo en Las Tunas: la adulteración con agua de la poca leche que aún se distribuye a los niños. Mientras las autoridades prometen sanciones, las familias cubanas enfrentan una realidad innegable: en Cuba le han quitado la leche a los niños y no hay dónde comprarla.
La crisis alimentaria ha hecho de la leche un lujo inalcanzable para la mayoría de los hogares. No solo el producto ha desaparecido de la libreta de abastecimiento en varias provincias, sino que tampoco se consigue en mercados estatales. La única opción es comprarla en tiendas dolarizadas a precios prohibitivos, lo que deja fuera a quienes dependen de sus magros salarios en pesos cubanos.
El escándalo en Las Tunas ha destapado una práctica vergonzosa dentro del sistema de distribución estatal. Según la vocera oficialista Katy Báez, en un operativo reciente se detectaron “graves violaciones” en la calidad de la leche transportada hacia los puntos de distribución. Al ser descubiertos por agentes del Ministerio del Interior, los responsables intentaron deshacerse de la evidencia derramando el producto en plena carretera.
Este caso no es un hecho aislado. La adulteración de alimentos, las irregularidades en su distribución y la corrupción en toda la cadena de suministro son la norma en Cuba. Lo peor es que no se trata solo de un problema de gestión, sino de una crisis estructural: la producción nacional de leche ha colapsado, y el Estado no tiene divisas para importar suficiente cantidad.
Los datos oficiales reflejan una caída del 37,6% en la producción de leche de vaca en 2023, lo que ha obligado al régimen a “redistribuir” el producto de manera caótica. En diciembre, el Ministerio del Comercio Interior reconoció que no podría garantizar la entrega de leche en polvo a los niños de la canasta familiar normada y, como “alternativa”, ofreció una mezcla de chocolate para desayuno. La decisión provocó indignación, pues evidenciaba el fracaso total del sistema de abastecimiento.
A pesar de que el gobierno afirma priorizar la alimentación infantil, la realidad es que los cubanos han visto desaparecer la leche de sus mesas mientras el producto reaparece en mercados en dólares. En supermercados como la tienda de 3ra y 70 en Miramar, La Habana, se ha reportado la venta de leche en polvo a precios exorbitantes, con envases de dudosa procedencia. Esto ha generado una fuerte polémica en redes sociales y entre los ciudadanos, que ven cómo la leche que debería ser para sus hijos se comercializa en moneda extranjera, inaccesible para la mayoría.
El caso de Las Tunas es solo la punta del iceberg de un problema mayor: la escasez crónica de alimentos y la falta de control han convertido la nutrición infantil en un negocio corrupto donde los más vulnerables, los niños, pagan el precio más alto. Mientras el régimen anuncia castigos ejemplares, las familias cubanas siguen preguntándose: ¿dónde está la leche de sus hijos?