Abuelo cubano lleva cuatro días desaparecido en Sancti Spíritus
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 27 de septiembre de 2025

La desaparición de adultos mayores en Cuba continúa generando alarma entre familiares y ciudadanos. En Sancti Spíritus, un anciano permanece en paradero desconocido desde el 22 de septiembre, según denunció su nieta Anaily Domínguez en el grupo de Facebook Revolico Sancti Spíritus 2024.
“Por favor, si alguien lo ve llame a este número de teléfono 58920438. Es mi abuelito”, escribió Domínguez, en un mensaje que rápidamente fue replicado por internautas de la provincia. La familia asegura que lo buscan con desesperación, pero hasta ahora no existen pistas que conduzcan a su localización. Tampoco se han ofrecido detalles sobre las circunstancias de su desaparición ni sobre su estado de salud.
Este no es un hecho aislado. En La Habana se reportó recientemente la desaparición de Laudelina Piñeiro Peña de 77 años, quien salió de su vivienda en Santa Fe con destino a Artemisa y nunca llegó. Su nieta, Odalmis García, denunció el caso en redes sociales y pidió colaboración ciudadana para encontrarla.
Casos similares se repiten en distintas provincias. En Matanzas, familiares de un hombre de 80 años alertaron que había desaparecido tras salir de su casa rumbo al policlínico local y hasta el momento no había regresado. En Holguín, otro adulto mayor con problemas de memoria fue reportado como desaparecido en agosto, lo que movilizó a vecinos y voluntarios en su búsqueda.
Estos sucesos reflejan un fenómeno en aumento en la Isla: la desaparición de personas de la tercera edad. La ausencia de un protocolo oficial de búsqueda inmediata, la falta de un sistema de alerta temprana y la lentitud de respuesta de las autoridades han obligado a las familias a apoyarse en Facebook y WhatsApp como herramientas principales para difundir información y organizar búsquedas.
En este contexto, las redes sociales cumplen un rol vital: permiten compartir fotos, teléfonos de contacto y actualizaciones en tiempo real. Gracias a esta dinámica, en algunos casos se han logrado reencuentros, aunque en otros la incertidumbre se prolonga dolorosamente durante semanas o meses.
Cada desaparición se convierte en una pesadilla para los familiares, que claman por más apoyo institucional y un sistema ágil de respuesta. Mientras tanto, la solidaridad ciudadana sigue siendo la principal esperanza para encontrar a quienes, en su vejez, se pierden en medio de la crisis y la desatención.