El programa nocturno de Jimmy Kimmel volverá a transmitirse a través de ABC este martes, luego de haber sido suspendido temporalmente por los comentarios del conductor sobre el asesinato del activista Charlie Kirk, ocurrido el pasado 10 de septiembre en la Universidad de Utah.

En un comunicado, The Walt Disney Company, propietaria de ABC, indicó que la suspensión se debió a comentarios considerados “insensibles” por parte de Kimmel en medio de un momento delicado para el país. La medida fue adoptada inicialmente para evitar agravar la situación emocional tras la muerte de Kirk y dar tiempo a una reflexión sobre la forma en que el tema fue abordado en el programa.

“Tomamos la decisión de suspender la producción para evitar empeorar la situación y porque algunos comentarios fueron inoportunos”, explicó Disney. Tras varios días de conversaciones con el presentador, la compañía confirmó que el programa será restablecido este martes. “Después de un diálogo reflexivo con Jimmy, decidimos que el programa regresará al aire”, agregaron los voceros de la cadena.

La suspensión generó un debate inmediato sobre la libertad de expresión y la relación entre los medios y la presión política. Kimmel había criticado duramente a sectores conservadores, mencionando que estaban intentando caracterizar al asesino de Kirk como alguien ajeno a sus filas con fines políticos. Estas declaraciones provocaron que Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), advirtiera sobre posibles revocaciones de licencias de ABC, lo que precipitó la suspensión “indefinida” del programa.

La decisión de Disney fue cuestionada por figuras del entretenimiento y organizaciones defensoras de los derechos civiles. Más de 400 celebridades, entre ellas Jennifer Aniston, Robert De Niro, Meryl Streep, Tom Hanks, Selena Gomez y Jane Fonda, firmaron una carta abierta difundida por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), calificando la suspensión como un “momento oscuro para la libertad de expresión” en Estados Unidos.

El documento señala que ningún ciudadano debe aceptar amenazas gubernamentales sobre su derecho a expresarse, y advierte que los intentos de presionar a artistas, periodistas y empresas constituyen un riesgo para la esencia de la democracia y la vida en un país libre.

El regreso del programa marca el fin de un episodio polémico en la televisión estadounidense, subrayando la tensión entre la crítica social en los medios y la sensibilidad pública ante tragedias recientes. ABC mantiene ahora su apuesta por el contenido de Kimmel, mientras la polémica en torno a la libertad de expresión sigue siendo un tema central en el debate cultural y político del país.

El programa nocturno, conocido por su mezcla de humor, entrevistas y comentarios sociales, retoma su emisión en un momento en que la atención del público se centra tanto en los medios como en la protección de los derechos fundamentales de los creadores y conductores en Estados Unidos.

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