La situación económica en Cuba ha alcanzado niveles críticos, y según la economista cubana Tania Costa, la única noticia que podría revalorizar el peso cubano sería un cambio de gobierno. Esta declaración refleja el profundo descontento con la gestión económica actual y los desafíos que enfrenta el país.

En 2024, el peso cubano sufrió una caída histórica, alcanzando 370 pesos por dólar, lo que destaca el colapso de la economía productiva de la isla. Esta devaluación se atribuye a múltiples factores, incluyendo políticas inflacionarias y restricciones económicas impuestas por el gobierno. Costa destacó que las medidas del gobierno han sido ineficaces, incrementando la inflación y el costo de vida.

La crisis económica en Cuba ha sido provocada por varios factores: mala gestión económica, impacto de la pandemia de COVID-19 y políticas inflacionarias. La falta de autonomía real para los empresarios y las restricciones en las importaciones comerciales han contribuido significativamente a la escasez y al aumento de los precios. La pandemia afectó gravemente sectores clave como el turismo, y la respuesta gubernamental no ha logrado mitigar estos efectos adecuadamente. Además, el gobierno ha inyectado liquidez en la economía para hacer competitivas a sus empresas, a expensas del bienestar de los trabajadores, resultando en salarios reales deprimidos y una inflación descontrolada.

El gobierno cubano ha implementado varias medidas para intentar controlar la crisis, como el "corralito financiero" y la limitación de importaciones comerciales. Sin embargo, estas medidas no han logrado mejorar la situación económica. La falta de recursos y la escasez de productos básicos continúan afectando a la población, mientras que las políticas gubernamentales han exacerbado la inflación y la devaluación del peso.

Según los economistas, un cambio estructural en el liderazgo y las políticas del gobierno es esencial para cualquier mejora significativa en la economía cubana. La declaración de Costa subraya la necesidad de transformaciones profundas y efectivas que puedan restaurar la confianza en la economía y mejorar la calidad de vida de los cubanos.

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