El Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) fue escenario de un inusual incidente que dejó perplejos a viajeros y personal del aeropuerto. Un misterioso líquido verde comenzó a filtrarse desde los techos falsos de las salas de espera, generando confusión y alarma entre los presentes.

La administración del aeropuerto no tardó en responder a la preocupación creciente, emitiendo un comunicado para aclarar la situación. Según el comunicado, el líquido en cuestión es "agua del sistema de aire acondicionado con un tinte verde, utilizado para detectar posibles fugas y facilitar su rastreo. Totalmente no peligroso".

A pesar de la aclaración oficial, las redes sociales no tardaron en llenarse de comentarios y especulaciones. Muchos internautas expresaron su preocupación por el estado de las instalaciones del aeropuerto, con algunos incluso haciendo comparaciones con las deficientes condiciones de infraestructura que se viven en Cuba. Estos comentarios reflejan un temor creciente entre la comunidad, que observa con inquietud cualquier señal de deterioro en los servicios públicos y espacios críticos.

El Aeropuerto Internacional de Miami es uno de los puntos de tránsito más importantes de Estados Unidos y de la región, por lo que cualquier evento que afecte su operación tiene un impacto significativo. La rápida respuesta de la administración es un paso positivo, pero este evento resalta la importancia de la vigilancia constante y la transparencia en la gestión de instalaciones tan críticas.

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