El cinismo de la dictadura no conoce de límites. Palabras de Manuel Marrero Cruz ofenden la inteligencia del cubano

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 21 de septiembre de 2024

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Realmente lo de la dictadura de Díaz Canel y camarilla no tiene nombre. En medio de la penosa situación que vive la Isla con los apagones contínuos y desmedidos, al señor primer ministro Marrero Cruz solo se le ha ocurrido decir: "Se están buscando soluciones alternativas, se están haciendo cosas nuevas, no estamos detenidos, estamos moviéndonos".

En medio de los intensos apagones que sufren los cubanos en los últimos días, a este señor que sí tiene luz en su casa y en su oficina, no se le ocurre otra cosa que decir para que la gente no pierde el ánimo. Marrero visitó el municipio de Gibara, en Holguín, donde retomó el gastado discurso del régimen de "alternativas creadoras" y "nuevos proyectos" y llamó a los pobladores a "hacer un poco más con lo que tenemos".

"Se aprecia, a pesar de las dificultades, los desafíos, los problemas que tenemos con la electricidad y el combustible, que ya estamos encontrando soluciones, que no se pierde el ánimo", "se están buscando soluciones alternativas, se están haciendo cosas nuevas, no estamos detenidos, estamos moviéndonos y creo que la población lo reconoce y eso nos reafirma ese compromiso". Palabras absurdas, sin sentido, en las que ya nadie cree. Cuba atraviesa un momento en que la falta de combustible y de generación eléctrica, sumada a la escasez de alimentos y el deterioro de los servicios, mantienen al pueblo en la peor crisis de su historia.

Pese a ello, sus dirigentes insisten en que se buscan soluciones para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, basados en la supuesta "unidad" del pueblo.

"Tenemos que cuidar la unidad como la niña de nuestros ojos..." aseveró el testaferro de la cruel dictadura castrense.

Mientras los dirigentes insisten en que se están tomando medidas para mejorar la calidad de vida, la realidad cotidiana de los cubanos cuenta otra historia. Los apagones afectan no solo el confort, sino también la economía y la salud de las personas. La falta de electricidad impide la conservación adecuada de alimentos, limita el acceso a servicios básicos y agrava la situación de los hospitales y otras instituciones críticas.

La respuesta del régimen ante la crisis ha sido insuficiente y desconectada de las necesidades reales de la población. Las palabras de Manuel Marrero Cruz, lejos de consolar, han subrayado la desconexión entre los dirigentes y el pueblo. La urgencia de un cambio estructural y una respuesta efectiva a las necesidades básicas se hace cada vez más evidente, mientras Cuba enfrenta uno de los momentos más difíciles de su historia reciente.


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